Pachuca.- El Estadio Hidalgo cumple hoy su aniversario de plata.

25 años han transcurrido desde aquel domingo 14 de febrero cuando abrió sus puertas el coso que le dio a la Cuna del Futbol Mexicano un espacio digno de estar en la Primera División.

Le costó mucho trabajo a los Tuzos del Pachuca, pero finalmente se pudieron consolidar como uno de los clubes más importantes de nuestro país.

Un crecimiento que fue de la mano con su casa.

Cimentado sobre los jales, un material que la minería desechó durante más de un siglo en la Bella Airosa, el escenario está levantado sobre restos de oro y plata. El 14 de julio de 1992 se anunció su construcción y el 29 de julio del mismo año se colocó su primera piedra. Siete meses después, la empresa ICA (Ingenieros Civiles Asociados) entregó la obra.

Casi 1500 trabajadores, 869 toneladas de acero y 6741 metros cúbicos de concreto levantaron el nuevo templo el deporte sobre un área de 108 metros cuadrados, en el corazón de la capital hidalguense.

INAUGURACIÓN

El partido inaugural fue entre Pachuca y Pumas, correspondiente a la fecha 28 de la Temporada 1992-1993. Ganaron los universitarios 0-2, con goles de José Damasceno ‘Tiba’ y un joven delantero mexicano, Jorge Santillana, quien tuvo el honor de gritar el primer gol en la historia del Estadio Hidalgo.

Es cierto, a los Tuzos les costó mucho sufrimiento mantenerse en el máximo circuito pero cuando el grupo empresarial encabezado por Jesús Martínez tomó el mando, junto con Andrés Fassi en lo deportivo, el destino cambió radicalmente.

CRECEN JUNTOS

El Estadio Hidalgo se fue adecuando a la grandeza de su Pachuca. La mayor obra se realizó con su ampliación, inaugurada en el 2004, cuando su aforo subió a 30 mil aficionados, duplicando también el número de palcos, además de agregar plateas y palcos VIP.

En el año 2010, de cara a la Copa Mundial Sub-17 de 2011, se le otorgó la categoría Estadio FIFA, retirando la malla ciclónica que rodeaba el campo, edificando un palco y sala de conferencias para la prensa, alumbrado nuevo y un circuito cerrado de cámaras que lo hicieron más funcional y moderno.

MODERNIDAD

Respondiendo a las actuales demandas del espectáculo, el escenario no para de crecer.

En 2015 estrenó su ‘Túnel del Tiempo’, donde jugadores y aficionados son testigos de la historia del Pachuca, así como de sus logros, cuando se camina de los vestidores a la cancha. Videos proyecciones y otros aditamentos hacen del lugar una zona interactiva.

Este año estrenó un restaurante bar, preámbulo a la apertura del Salón de la Fama Tuzo y de un mausoleo dedicado a los aficionados de hueso colorado.

Eso no es todo. También ya se están instalando nuevas pantallas de alta definición, otros sistemas de sonido e iluminación que le darán una renovada imagen al monumental inmueble.

Además, tendrá un terreno de juego 34 híbrido (mitad sintético y mitad natural), que ya anunció hace unos meses la directiva. Será la primera cancha de este tipo en Latinoamérica.

Mejor que nunca, el Estadio Hidalgo llega a su aniversario de plata. Auténtico campo de los sueños para la afición y la sociedad hidalguense.

TRABAJADORES

Es un pequeño ejército de héroes sin capa. Mujeres y hombres que mantienen ‘rechinando de limpio’ el Estadio Hidalgo. Solo uno de ellos, Miguel Álvarez, mejor conocido como el ‘Tyson’, lleva todo ese tiempo laborando en el coloso. Su oficio: Canchero. “Está bonito ¿no?”, se pregunta ante la cámara cuando se le pide posar desde la tribuna.

El ‘Tyson’ no es de muchas palabras pero lleva aquí desde 1993. Ha pasado más tiempo cuidando el terreno de juego que en su casa.

Sus manos, como las de sus compañeros, cada día le sacan lustre a la casa de los Tuzos, que luce impecable en cada uno de sus rincones.

“Contar con un estadio de esta dimensión y mantenerlo cómodo, limpio, siempre en las mejores condiciones, lleva muchas horas, mucho esfuerzo pero se ve compensado cuando las cosas van bien para el equipo o la gente se retira contenta, luego de disfrutar un partido con toda comodidad”, comenta Edgar Amador, ingeniero responsable del mantenimiento.

Vigilantes, intendentes, cancheros, jardineros y todo lo que haga faltan conforman este equipo que también sale a ganar con su trabajo en la cancha, cada fin de semana.