CRÓNICA

La Máquina está encadenada por sus errores y se hunde dramáticamente en el sótano de la clasificación. Víctima de su historia reciente, ayer el guión volvió a escribirse con fatalismo para el pueblo celeste.  Su falta de gol se convirtió en sequía. Francisco Silva falló desde los 11 pasos y Camilo Sanvezzo (emplumado que salió de la banca) decretó la pesadilla con un disparo que desvió Enzo Roco para el 0-1 condenatorio.

Se escapa la Liguilla, no hay triunfos ni goles en el territorio celeste y el estadio Azul vive más noches de desconsuelo a unos meses de su desaparición. Hasta el gallo más tibio canta cuando visita la capital en la era de Pedro Caixinha, el panorama luce más complicado que nunca.

EL JUEGO

No es el sol radiante que se posa sobre la capital lo que dificulta el avance de La Máquina en el Clausura 2018. Al cuadro azul le incomoda jugar con equipos que se le cierran en su cancha; carece de imaginación en sector ofensivo para abrir el marcador en el amanecer de la contienda, no descifra.

Y puede cambiar el adversario o el día, pero no el guión inicial de un encuentro en el estadio Azul. Ayer fue similar la historia, Cruz Azul se hizo dominador, el protagonista frente a un Querétaro bastante precavido, dispuesto a ceder la iniciativa. La misión de los defensores celestes era salir a velocidad y jugar por las bandas, para que el balón llegara rápidamente a los pies de Mena y Méndez. La pelota se jugó de lado a lado en el área emplumada, en ese lapso aprovechó Adrián Aldrete para sacar un cañonazo que diluyó Tiago Volpi.

Jesús Corona, como siempre, atento a cualquier latigazo del enemigo; en dos ocasiones salió valiente para cortar dos descolgadas del cuadro que dirige Luis Fernando Tena. Eso era todo de la visita, el “Jerry” Flores volvió a pisar cancha queretana con un servicio que conectó Édgar Méndez con al cabeza y se murió en las manos del portero brasileño. Una jugada donde el español se anticipó a lo marcadores y sacó un remate potente que levantó a la tribuna.

Cosas inexplicables del futbol, Edson Puch se lastimó el muslo en un pique y eso obligó su salida del cotejo, justo cuando más decidida estaba La Máquina de inaugurar la pizarra. El “Flaco” Tena mandó a Camilo Sanvezzo en lugar del chileno, lo que provocó que Gallos Blancos tuviera más el balón lejos de su área. Luis Noriega probó atrás de la media luna a través de un escopetazo sin dirección que se perdió en las gradas.

Sin embargo, Cruz Azul volvió a perdonar antes de culminar el primer tiempo. En el enésimo arribo capitalino, Ángel Mena se internó en el área por una pared con Cauteruccio. El charrúa dejó de frente al ecuatoriano, quien prendió de zurda y se desvió por la pierna de Volpi. El arquero sudamericano voló a dos manos para sacar un cañón que nació en el pie derecho de Rafael Baca. El silbatazo del árbitro cortó la inspiración de los celestes, el medio tiempo se asomó con un deslucido empate sin goles.

Pedro Caixinha habló fuerte con sus muchachos en el vestidor en afán de revertir la situación adversa: el rival más peligroso del local era su falta de contundencia y no el futbol del Querétaro. Así que Cruz Azul se volcó al frente en la reanudación; en un aproximación celeste dentro del terrero emplumado, el silbante decretó un penal por una supuesta falta de Luis Miguel Noriega sobre Ángel Mena. El encargado de cobrar fue Francisco Silva, pero la ejecución del volante chileno (cruzada al costado derecho) no llevó suficiente fuerza y se apagó con el vuelo de Tiago. La mejor representación de lo que es el conjunto celeste en la actualidad (falta de gol) se explicó en esa jugada; ni siquiera es capaz de aprovechar la opción más cercana de este deporte para concretar una anotación.

La figura de Volpi se agigantó, el guardameta del Querétaro venció a Felipe Mora en dos ocasiones y en una tercera evitó la conexión de Ángel Mena, para mandar a otro tiro de esquina que se cobró sin trascendencia. Era hora de ofender sin descaro en la recta final, es por eso que el técnico lusitano metió a Walter Montoya y Martín Rodríguez, ambos futbolistas dieron chispazos, mas no pudieron encender la mecha. El mismo Mena conectó con la testa a unos centímetros de la cabaña visitante; la palomita del atacante fue vistosa como la tijera de Felipe Mora, pero no efectivas.

Lo peor estaba por presentarse, en un parpadeo de los capitalinos, Everaldo Stum hizo una gran jugada para asistir a Sanvezzo. El “Lobo” le pegó de izquierda y el balón cambió de rumbo cuando chocó con la pierna de Enzo y venció finalmente a Jesús Corona. La agonía tuvo los mismos tintes de los últimos cinco partidos en el Azul, los locales apretaron con todo para alcanzar, pero el esférico nunca encontró la red emplumada, 0-1 final. La Máquina apenas suma ocho de 30 puntos posibles, así que solamente una segunda mitad de torneo perfecta los puede meter a la siguiente fase.

MxM 

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GOLES

#NoTeLoPierdas
G⚽⚽⚽L de Camilo Sanvezzo@Cruz_Azul_FC 0-1 @Club_Queretaro #Jornada10 #Clausura2018 #LIGABancomerMX
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— LIGA Bancomer MX (@LIGABancomerMX) 4 de marzo de 2018