¿Ya nos empezamos a preocupar?

La liga de Campeones de Concacaf, es la máxima competencia, a nivel de clubes, que se efectúa desde 1962 en nuestra área geográfica, “balompédicamente” hablando.

El dominio de los equipos aztecas ha sido el sello de la casa, baste mencionar que de 51 ediciones, los planteles mexicanos se han llevado a sus vitrinas el trofeo en 33 ocasiones, siendo el América quien más veces se ha coronado con siete, seguido por La Máquina celeste con seis, Pachuca cinco; así como Pumas y Monterrey con tres, por mencionar a los mejores.

En los últimos años, el gran aliciente de ganar la Concachampions, ha radicado en que otorga el derecho a participar en el Mundial de Clubes, que dicho sea de paso, de las 14 veces que se ha disputado, en 13 ocasiones ha sido un plantel mexicano quien ha representado a nuestra confederación. La excepción ocurrió en el 2005, durante la segunda edición de la prestigiada competencia, cuando el Saprissa de Costa Rica, hizo la hombrada de calificar, logrando un honroso tercer puesto.

Todos estos antecedentes vienen a cuenta, estimados lectores del Diario de los Deportistas; toda vez que a media semana se jugaron los cuartos de final de la Liga de Campeones de Concacaf 2018 y el América venció cómodamente, 4 a cero, al Tauro, de Panamá en la sagrada cancha del Coloso de Santa Úrsula.

Sin embargo, en los tres duelos restantes, curiosamente se enfrentaron equipos de la MLS contra clubes de la Liga Mx y no les vimos ni el polvo; es decir, en los tres partidos se impusieron los equipos gringos. El Toronto a Tigres, en Canadá, al son de dos goles por uno; El Seattle Sounders al rebaño sagrado, en el vecino país del norte, por la mínima diferencia y el New York RB a Tijuana, en la ciudad fronteriza, por dos goles a cero.

Lo más preocupante de todo esto, es que se trató de la primera vez que un conjunto de la MLS vence a uno mexicano, en nuestro territorio, en un encuentro que no sea de la fase de grupos. Y aunque todavía faltan los partidos de vuelta, vamos en desventaja.

Por aquellos lares, cada vez están haciendo mejor las cosas. El futbol soccer diariamente cobra más adeptos. Todos, absolutamente todos sus equipos, desde que los niños tienen diez años de edad, están registrados en la US Soccer. Organizan torneos: regionales, estatales, nacionales e internacionales. Por ejemplo, solamente en California, se juegan 11 mil partidos cada fin de semana.

Existen equipos femeniles y varoniles en todas las universidades y becan a extranjeros con posibilidades de convertirse en figuras. Además, llevan unas estadísticas maravillosas. Saben cuántos pases dio bien cada jugador, cuántos balones perdió, las asistencias, los regates, las salidas de los arqueros, los kilómetros recorridos, disparos a gol, faltas cometidas y recibidas; así como, una serie de datos que les ayudan a “aterrizar”, logrando pasar de los subjetivo a lo objetivo, para tomar decisiones… ¿Ya nos empezamos a preocupar?