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11, marzo 2018 - 21:46

┃ Miguel Angel García

nota-futm-hermosillo

POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

FOTOS: ALEJANDRO VILLA

Llegó a La Plaza México el hidrocálido José María Hermosillo, con una propuesta mejorada, incrementada en madures. Ya de por sí anteriormente había dejado muestra de su inclinación, prácticamente se colocó en su cenit novilleril con dos faenas de sentimiento puro, de gran clase y calidad que dejaron convencido por completo al público. Dos labores, misma tónica, corte similar, común denominador: el toreo se trazo extenso, con garbo, el que hace que el toreo quiebre la cintura a más y alargue el brazo hasta donde se necesita para figurar de manera importante en la Tauromaquia. Fino el toreo de Hermosillo, que le coloca actualmente como uno de los novilleros con alto potencial y proyección. Por supuesto, los novillos de Hermosillo fueron de extraordinario juego, mejr el primero, a menos el segundo.

Otro hidrocálido también regresó al coso de Insurgentes, otro José María, pero de apellido Pastor. Ya está de más este torero en las filas novilleriles, le urge la alternativa y muestra de ello fueron las dos faenas que estructuró ante dos astados de poca potabilidad, pero que jamás claudicaron. Pastor presumió una madures ya de matador, pues en realidad hizo labores de gente grande, de esas faenas que solo entienden los propios toreros, no hay duda de la capacidad sobrada que tiene este novillero, ya pide toros, pues solo en las filas de matadores podrá continuar desarrollando su tauromaquia. Una vez más Pastor unificó los criterios.

Por s parte, André Lagravere, es un excelente banderillero, pero carece por completo de propuesta, sin estructura ni brújula. Es joven y a torear se aprende con el tiempo.

NOVILLADA

Saltó al ruedo una novillada de Santo Tomás, propiedad de Sergio Hernández Cosio, dispareja de presencia tirando a justos de lámina; de juego dispar, con movilidad. Todos, eso sí, muy prontos para el caballo del picador, acudiendo al peto con alegría, con fuerza, empujando de firme echando el rabo para arriba. Destacaron el primero que fue aplaudido en el arrastre, así como el segundo; el tercero de arrastre lento, lo mismo que al sexto, pero en este último nos pareció exagerado el premio. Al público le encantó la novillada y al final del festejo hizo dar la vuelta al ruedo al ganadero.

Salieron en este orden: Curioso, con alegría al caballo, dos puyazos, con raza, aplausos en el arrastre. Brunito, empujó de firme, de más a menos en la faena, aplaudido. Bailador, llegó con fuerza al caballo, muy bueno, de menos a más, arrastre lento. Perruno, con fuerza al caballo, se dejó. Callejito, regular. Parejita, bueno, se dejó, exagerado arrastre lento.

PARA GENTE GRANDE

José Maria Pastor de inmediato se enredó a la Verónica con su primer socio, de excelente manufactura la ejecución. En quites por chicuelinas se lució en grande, hasta cuando se enredó con la capa y cayó frente al astado, que al acometer el novillo, él mismo se hizo el quite con una larga. Y le regresó el favor a Lagravere en banderillas, invitándolo, luciendo ambos.

Con la muleta Pastor hilvanó una labor centrada, sería, de mucha cabeza desde principio. Y le dio la dosis adecuada al astado, que evidenció su falta de casta. Pastor lo aprovechó al novillo hasta que éste dio de si, dejando de manifiesto su sitio, mismo que ya espera lo antes posible la alternativa. Lastima que la espada no estuvo de su lado, dos pinchazos, una entera y varios descabellos. No se salvó del aviso. Aplausos al novillo.

Sin tregua ante su segundo se fue de hinojos frente a la puerta de toriles para recetar varias largas cambiadas y que remató de farol a dos manos; quitó de tafallera, caleserinas para rematar de revolera. Banderilleó con espectacularidad, echando cuanto pudo a la lumbre. Y nuevamente el torero se impuso logrando una labor entera, mostrando el camino a su astado que no fue fácil y menos de dulce. Pastor le dio una lidia adecuada, para gente grande, una faena de matador, pensante y con mucha estructura. Le cuajó pases por ambos lados, templados, largos. Mató recibiendo, defectuosa la ejecución, por lo que se volvió a tirar sobre el morrillo, perdiendo los trofeos.

EN SU ZENIT

José Maria Hermosillo no se quedó atrás y saludó con suaves verónicas rematando a una mano los lances, con mucha torería ante su primer novillo. Tras los dos puyazos al astado quitó Lagravere por chicuelinas y replicó Hermosillo por rafalleras, bien plantado. En el tercio de banderillas brilló como el mejor el banderillero Cristian Sánchez, que se llevó tremenda ovación en los tercios del ruedo.

Ni tardo ni perezoso, el hidrocálido pa’ pronto se dio a torear por derecha bajando la muleta y quebrando la cintura, dando largueza a los pases, de gran dimensión. El novillo iba como arando con el hocico la arena, muy bien entregado, humillando de lo más bonito. Para la tercera tanda, Hermosillo ya tenía hecho un lío, repitiendo la labor una y otra vez, toreando con sentimiento, recreándose y recreando la pupila. Por el lado izquierdo el novillo tuvo sus reservas, se acordó más de su querencia, pero de todos modos el torero le extrajo muletazos de buen trazo. Decidió que hasta ahí había dado su socio, por lo que culminó de bernardinas y una estocada un tanto trasera, suficiente para el astado. Oreja con fuerte petición de la segunda, arrastre lento al novillo y clamorosa vuelta al ruedo de Hermosillo.

Nuevamente se acomodó de inmediato con su segundo novillo, sin duda Hermosillo está en su zenit novilleril, disfrutando de su toreo a placer que ejecuta con largueza, bien enganchando y templado. Tiene sello, garbo y sentimiento, lo cual el público siente y más cuando el torero desprende su duende con los detalles como los desdenes que plasmó de gran relieve. Por izquierda y por derecha Hermosillo imprime mucha torería y un toreo que hace ilusión. Mal matando, aplausos y exagerado arrastre lento al socio.

SIN PROPUESTA

Andre Lagravere puso empeño con la capa ante su primero astado, sin alcanzar su idea artística, para luego poner dos veces en la puya al novillo. Quitó Pastor por saltilleras, embarullado al principio, lo cual corrigió para rematar la intervención. En banderillas André compartió el tercio con Pastor, haciendo gala ambos, pese a que en el último par El Galo tuvo que hacer la graciosa huida derivado del novillo que le hizo hilo.

Poca propuesta, muchos pases y una estocada certera que valió toda la labor y le fue concedida una oreja que le fue protestada al recibirla. Aplausos al novillo en arrastre.

En su segundo novillo, tras intentar lancear sin mucha respuesta, salió el picador César Morales, quien al señalar el segundo puyazo quedó noqueado por la vara en la ejecución, su cuerpo quedó inerte encima del caballo, por lo que fue trasladado a la enfermería sin conocimiento.

Banderilleó Lagravere con gran espectacularidad. Con la muleta el yucateco no Logró más que la desaprobación de la gente por su escasa idea y apuros en los que se vio frente al novillo.