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14, marzo 2018 - 23:00

┃ ESTO

pumas

Un rayo impactó la noche cálida en Ciudad universitaria y mandó a unos Pumas a dormir temprano, pues la semifinal de la Copa MX la verán desde su casa. Necaxa se quedó con un hombre menos desde muy temprano en el juego, pero la solidéz defensiva les rindió frutos con una sola llegada en el segundo lapso. La salida de Nico Castillo por lesión, autor del gol universitario, sin duda mermó el rendimiento de los de casa y pese a los intentos por irse adelante en el marcador, los de Patiño reprobaron su primer parcial.

EL JUEGO
Con la encomienda de enmendar el paso, Pumas salió a jugarse la vida en el Olímpico Universitario y de inmediato acosó a un rayo que no pudo brillar.
Con la presencia de algunos de los jugadores que ven más actividad en la Liga MX, David Patiño puso la combinación exacta entre juventu y experiencia, combinación que no tardó en rendirle frutos.
Nico Catillo, uno de los favoritos de la afición, fue el artífice del primer rugido del puma. Gallardo desbordó por la banda izquierda y mandó un centro raso. El ariete chileno llegó puntual a la cita e incrustó el esférico en la red de Yosgart, viejo conocido de la universidad.
Pasaron minutos considerables para que la visita intimidara la meta de Magaña. Un centro al área para la llegada de Barragán puso a trabajar a la defensa auriazul; sin embargo, de buena forma cortaron para mandar la redonda a tiro de esquina.
Amo y señor del juego, los de casa jugaron de la forma en que quisieron. No le prestaron el balón a su rival y dejaron en claro que querían avanzar a las semifinales.
Un nuevo ataque se formó desde tres cuartos de campo, donde Pablo Barrera robó el balón y metió un zapatazo que se fue por encima del travesaño.
Otra vez Nico emocionó a la afición con un tiro de zurda que también se fue desviado.
Los focos rojos se prendieron cuando Dieter Villalpando se barrió en medio campo sobre el chileno Castillo, quien en seguida se fue al césped y se agarró el tobillo. El central Adonai Escobedo no dudó ni un momento y le enseñó la tarjeta roja al hidrocálido.
Los Rayos se quedaro con 10 elementos y la noche empezó a caerles. Con las alarmas encendidas, Castillo tuvo que ser retirado del campo por una lesión.

A pesar del golpe que fue perder a su figura, los universitarios siguieron controlando las acciones y mostraron la garra de ser el cuadro de la máxima casa de estudios.
En un ataque de habilidad, Escamilla se coló hasta el área chica con balón controlado. Cuando la afición le pidió el disparo, el juvenil cedió al Cubo Torres que venñía entrando a la altura del manchón penal. La zaga cortó de buena forma y ahuyentó el peligro del área.
Con el juego controlado por los de Patiño, llegó el fin del primer tiempo.
Al inicio del complemento, otra vez fueron los Pumas quienes asumieron el control del juego.
Erick Torres comandó un contragolpe. Al llegar al área grande abrió la cancha para Gallardo, quien mandó la diagonal para Alustiza. El “Chavo” abanicó en su intentó de tiro. El rebote le quedó al mismo Torres quien sacó un zapatazo que la defensa rechazó. Todo se quedó en el intento.
En la jugada siguiente, una falta de los felinos a las afueras del área puso a temblar a la afición local.
Matías Fernández fue el encargado de cobrar el tiro libre. Su disparo venció a la barrera por abajo y acabó incrustándose en la meta de Bernabé. El empate se hizo presente para una nutrida porra visitante que festejó el tanto.
El rayo pegó fuerte y directo al orgullo universitario.

Con un hombre más Pumas se avalanzó al frente.
Luis Fuentes metió un zurdazo que se fue desviado para el beneplácito de Yosgart. Barrera y Gallardo desbordaron siempre hacia linea de fondo, pero los centros no fueron exactos. Además, el muro hidrocálido fue sólido, pese a que siempre estuvieron en desventaja.
Alustiza de cabeza, Gallardo con la zurda, el Cubo con sus llegadas al área no fueron suficientes para romper la paridad.
Con la agonía del juego y los penales a la vista, el nerviosismo se comió a los universitarios, quienes no calificaban a la siguiente fase y reprobaban el examen.
Cuando menos se esperó, un rayo salió del zapato de Luis Pérez tras un centro desde el sector de la izquierda. Bernabé no pudo hacer nada. La red se movió con el gol y el universitario calló.
Los auriazules se fueron al frente. Patiño modificó, pero no le alcanzó.
Mojica y Escamilla le pusieron tensión al juego cuando ambos fueron atendidos por los médicos del equipo. Sin embargo, Pumas reprobó y consumó su primer fracaso.

GOLES

MxM