NO es revancha, pero sí una gran oportunidad de dar un paso adelante en el inicio de un nuevo proceso, el de Miguel Herrera ahora sí desde la formación del camino hacia Rusia 2018. El escenario es impecable; el rival, una Holanda necesitada de recobrar confianza debido a los problemas que ha tenido en la eliminatoria a la Euro.

Éste sin lugar a dudas será uno de los partidos más importantes en esta nueva era de Herrera al frente del Tricolor. Un juego que podría marcar buena parte de lo que vendrá para este equipo porque no solamente se mide el nivel futbolístico que puede alcanzar este grupo, sino también la personalidad que muchos de sus elementos pueden manifestar dentro y fuera del terreno de juego.

Existen muchas cosas alrededor de este partido. La principal para la Selección Nacional: el regreso de Carlos Vela a un entorno del que se ha ausentado desde hace mucho tiempo por razones que todavía no quedan claras debido a que los protagonistas de la historia no han querido hablar al respecto.

Fuera de eso, se espera que la anunciada delantera formada por Javier Hernández y Vela se conecte de inmediato para justificar con opciones y goles la insistencia en los llamados para un jugador que con su club ha conseguido no solamente la titularidad, sino la condición de indispensable a pesar de que en estos momentos la Real Sociedad ande baja de vuelo.

Además, está la cuestión de la defensiva. México jugará frente a esta Holanda de Guus Hiddink -a quien no le ha ido nada bien en lo que lleva al frente de este equipo y en la eliminatoria para la Euro- con Guillermo Ochoa en el marco, escoltado por Diego Reyes como último hombre, Miguel Herrera Equihua por derecha y Osvaldo Alanís por izquierda. En los carriles jugarán Paúl Aguilar y Adrián Aldrete.

De alguna manera, da la impresión de que a esta línea defensiva le hace falta algo de experiencia debido a la ausencia de Rafael Márquez –quien se pensó que estaría presente y recibió un permiso especial-, la lesión de Héctor Moreno y la baja de juego de Francisco Rodríguez, quienes fueron los titulares contra los tulipanes en los octavos de final de la pasada Copa del Mundo.

En el mediocampo, José Juan Vázquez será el encargado de contener en la zona de recuperación, mientras que Héctor Herrera por derecha y Andrés Guardado por izquierda serán los encargados de surtir de balones a los dos en el ataque.

Estos once son los que de inicio tendrán la responsabilidad de borrar ese trauma por lo ocurrido en Brasil y comenzar a dar una nueva cara no sólo al medio local sino al mundo futbolístico. La banca promete dar las variantes que quizá quedaron cortas en el Mundial.

Con Giovani dos Santos y Raúl Jiménez como primeras opciones (Jonathan podría ser la tercera), el estratega mexicano también debe comenzar a estudiar la rotación que puede tener para los torneos que realmente cuentan, como la Copa de Oro y la Copa América de 2015, competencias para las que tiene que formar dos selecciones nutridas y altamente competitivas.

Durante la práctica en la Arena Ámsterdam, se logró observar un equipo relajado aunque con la convicción de que el verbo trascender debe aplicar para amistosos, oficiales y en cualquier cancha. La casa del Ajax es un estadio que impone, moderno, pero con la idea de mantener la tradición del futbol holandés. Y entonces también está el rival, aunque no esté en su mejor momento.

Por parte de Holanda, Hiddink se ha guardado a una de sus estrellas, el delantero Robin van Persie, para el duelo del domingo ante Letonia por la eliminatoria de la Eurocopa, partido en el que incluso el entrenador podría jugarse el puesto. Tampoco estarán otros jugadores como Jordy Clasie, Bruno Martins, Davy Klaasseny y Nigel de Jong, todos mundialistas, todos bajas importantes para esta Holanda que no la ha pasado bien.

“No creo que sea tan amistoso”, dijo el entrenador holandés al ser cuestionado por el partido y el antecedente en Brasil, con el polémico penalti de Rafael Márquez sobre Arjen Robben. Y no, no será un amistoso más, ni uno de los llamados partidos “moleros” que mucho se han criticado cuando el Tricolor juega en Estados Unidos. Se trata de un partido del que Herrera y su cuerpo técnico –no se diga los jugadores- deben sacar buenos conceptos en lo individual y en lo grupal para comenzar a cimentar un 2015 que estará cargado de competencias.