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Mira

12, noviembre 2014 - 10:30

┃ Luis García Olivo

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ÁMSTERDAM.- Su pensamiento simplemente está con la Selección Mexicana y en el Villarreal de España. Su memoria prefiere acortarla y no recordar tragos amargos, menos como el del Mundial de Brasil, en donde el Tricolor fue eliminado en octavos de final a manos de Holanda.

La eliminación caló hondo, no solamente a él y a la Selección, sino a todo nuestro país futbolero. Aquel 29 de junio se escribió por sexta ocasión consecutiva otra historia en la que México se quedó a nada de llegar al tan famoso quinto partido, ocasión que resuena con más rabia y que se mantiene fresca, ya que nunca se había estado tan cerca de los cuartos de final como esa vez.

Así que un día antes de enfrentar al causante de la eliminación, Holanda, Giovani dos Santos posó para ESTO y mediante éste le recuerda a Arjen Robben, a la Naranja mecánica y a todo México que el clavado del holandés, que le dio la vuelta al mundo, “#No era penal”, sin importar que el tema esté tan trillado y popularizado en los medios y redes sociales.

Y qué mejor que rememorarlo junto con Giovani dos Santos, pues fue a quien más le dolió la eliminación, ya que fue el autor del gol que puso a soñar a México; no con cualquier gol, sino con un golazo en el que se abrió pasó entre los defensores y desde fuera del área sacó un riflazo que le fue imposible detener al portero Cillesen.

El mayor de los Dos Santos abre la caja de pandora, salen los fantasmas, aquellos ingratos recuerdos, aquellos que ya enterró y que hoy le permiten sonreír desde la Ámsterdam Arena, lugar en donde hoy se verá las caras contra Holanda y el mismísimo Robben, quien un día antes justificó que “sí era penal”. Por lo que el del Villarreal, con risita de oreja a oreja y con playera alusiva al clavado del jugador del Bayer Munich, puntualiza que “#No era penal” en aquella jugada con Rafael Márquez que derivó en el penalti que eliminó al Tricolor.

Giovani fue de suma importancia en aquella ocasión, jugó 61 minutos y anotó, pero Miguel Herrera lo cambió al 61 por Javier Aquino; a partir de ahí todo cambió y lo que fue miel sobre hojuelas se convirtió repentinamente en un calvario en el mismito Castelao. Holanda apretó y emparejó en el ocaso por medio de Sneijder, lo imposible llegó y en el agregado los europeos resucitaron, dieron el extra y al 93 encontraron aquella jugada de la que por décadas se hablará en nuestro país, pero que hoy nuevamente es desdeñada por Gío, pues su tanto mantuvo las esperanzas de ver los cuartos de final y recrudeció la peculiar frase: “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”, pues de no ser por ese “#No era penal”, otra cosa hubiera sido…