POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

Es muy difícil montar otra pelea como lo es el desempate entre Saúl “Canelo” Álvarez y Gennady Golovkin, objeto de atención mundial desde su concepción y el cual es rodeado de los más optimistas augurios en cuanto a registros por ingresos en taquilla y las abundantes compras de su transmisión en pago por evento de HBO.

Paradójicamente, esta pelea que se convirtió en la más esperada por el drama vivido en su primera edición el pasado 16 de septiembre, ha sido puesta en jaque por la Comisión Atlética de Nevada. Este organismo se basa en los ínfimos rastros de clembuterol hallados en dos pruebas de orina practicados a Álvarez hace un mes y medio, antes de que se trasladara de Guadalajara a San Diego, California.

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La postura de Nevada de suspender temporalmente al “Canelo”, lo cual se conoció el viernes de la semana anterior a través de Joe Cortez (réferi de la histórica contienda entre JC Chávez y Greg Hugen en el estadio Azteca y actual analista de ESPN), hizo cimbrar a los casinos de Las Vegas, que prevén ganancias aún mayores que las obtenidas en el primer encuentro que protagonizaron estos dos titanes de la división mediana.

Nevada no tomó en cuenta posteriores exámenes a que el “Canelo” se sometió ante VADA, en los que apareció limpio de esa u otra sustancia para mejorar el rendimiento de los deportistas.

LOS CASINOS PESAN

Pone mucho a pensar el que la Comisión de Nevada, de la misma forma repentina en que convocó a una reunión extraordinaria para la mañana de este viernes, del mismo modo haya cancelado dicha junta a unas horas de su celebración. En cambio, postergó la audiencia que le fijó al ídolo jalisciense y a su promotora para exponer sus argumentos de defensa, del 10 al 18 de abril.

La primera impresión es que al recorrer la audiencia para el 18 de abril, Nevada virtualmente estaría dando un golpe de nocaut a su realización en mayo, debido “al poco tiempo que quedaría para la publicidad”; sin embargo, por otro lado, un evento de esa magnitud no requiere de mayor promoción.

No hay que soslayar el peso de los casinos en las decisiones de las autoridades de Nevada, especialmente para un caso como el del “Canelo”, en que todo indica que el “positivo” en dos pruebas que se realizó en forma voluntaria, en febrero, fue por consumir la carne contaminada con clembuterol que circula libremente en México.

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Se prevé que un desenlace adverso, es decir, impedir su celebración en mayo, provocaría que un incalculable número de personas cancelen sus reservaciones en los principales hoteles de Las Vegas y eso llevaría a su ausencia en las mesas de juego en las fiestas por la Batalla de Puebla en la Ciudad del Juego. Igualmente, esto último reduciría al mínimo el dinero que usualmente se deposita en las casas de apuestas de los casinos, entre muchos otros ingresos.

Algunos periodistas de boxeo en Estados Unidos ya han emitido opiniones que auguran una “suspensión mayor”. Ello obligaría a la cancelación en mayo y forzaría a una reprogramación para el próximo 15 de septiembre, si es que Golden Boy Promotions no tiene otros planes, con lo que la sede también podría ser otra.

Como consecuencia de ese desastre, la mayor bolsa que Golovkin ganaría en su ilustre trayectoria también podría esfumarse y es un hecho que pocos se interesarían en un combate del héroe kazajo contra cualquier otro adversario.