Por Oscar Beltrán

Antes de ser cesado del primer equipo de Atlas, el técnico Rubén Omar Romano ya había mencionado la posibilidad de debutar al portero José Hernández. Tras su salida, llegó Gerardo Espinoza como interino y tomó la decisión de alinear como titular al guardameta de la cantera rojinegra, teniendo su debut el viernes pasado en el triunfo de los Zorros sobre el Santos.

Hernández llegó en 2008 al Atlas, cuando tenía 11 años de edad, como parte de la llamada Generación Azteca.

“Empecé a los 11 años, en 2008. Llegué por medio de visorías, pasé por todos los filtros desde la inscripción en el Paradero y otros trámites que había que cumplir, hasta llegar a CECAF y ya quedarme”, dijo “Pepe”.

“A esa edad no te cae tanto el veinte (de representar a Atlas). Uno tiene ganas de jugar, tiene cariño por un equipo: en mi caso, soy aficionado de Atlas desde chico, pero después te vas desenvolviendo y te das cuenta de lo que se trata, y ves una gran oportunidad en el club de tus amores”.

Recordó esos momentos que más lleva en la mente, esos que han ido forjando su carrera, por lo que regresó al 2015.

“Mi primera pretemporada, en 2015. Fue de repente: un día regresamos de vacaciones, estaba entrenando en CECAF, me hablaron y me dijeron que iba a ir a Manzanillo en aquella ocasión. Eso fue una alegría para mí y una oportunidad muy grande”. El grupo me recibió muy bien. Había jugadores de mucha jerarquía ahí: estaba (Felipe) Baloy, Álvaro ‘Tata’ González. Era un grupo muy fuerte, pero me sentí bien recibido y con una adaptación muy rápida”.

“Pertenecer a un club considerado escuela de arqueros es una motivación, pero por supuesto es una responsabilidad. Tienes nombres como Jesús Corona, Armando Navarrete, Miguel Fuentes… No es fácil, la gente siempre espera algo más de los porteros de Atlas. Creo que tanto yo, como mis compañeros que estamos trabajando aquí, tenemos la capacidad y las cualidades para cumplir las expectativas y superarlas. Es una responsabilidad, pero una alegría que se toma de esa manera”.

Quien fue el profesor de Hernández en su formación es Alejandro Gallardo, quien fue portero de Atlas y campeón del mundo sub-17 en 2005.

“Con el simple hecho de ser campeón del mundo, fue un parteaguas para México, y da gusto verlo siempre con esa alegría y entusiasmo que lo caracteriza. Desde chico yo lo admiré, en casa tengo un cuadro de arqueros que me agradaban, y ahí está “Chivo” cuando jugaba en Atlas. Le tengo mucho respeto, admiración y cariño, por la forma en que me ha recibido y me ha tratado”.

“Mucha alegría. Es una pasión indescriptible jugar, escuchar a la Fiel, el apoyo de la gente, de tu familia, es una alegría inmensa. Para mí Atlas es eso: pasión y perseverancia. Quiero poner al club donde en verdad se merece. Ayudar a crecer a todo el equipo y poner el nombre de Atlas muy en alto”, finalizó el debutante arquero que espera cerrar el torneo como titular, desplazando a Miguel Fraga y al chileno Toselli.

 LA FRASE

“Uno de chiquito siempre admira a los porteros. Me tocaron Antonio Pérez, Navarrete, (Pedro) “Tabla” Hernández, todos esos personajes. Ahorita tener a Rafa Márquez es un emblema, es un símbolo del que trato de copiar sus actitudes y su profesionalismo dentro y fuera de la cancha”.