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11, abril 2018 - 14:20

┃ Guillermo Martínez

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Su frase preferida siempre ha sido: “Lo que hago es tirar flechas”.

Entonces, un día su fama comenzó, cuando quedó campeón en la Copa del Mundo de Ogden, previo a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Pero sólo se le conocía como “El abuelo”, en momentos cuando todos decían que había surgido una estrella en la arquería mexicana.

Hasta la World Archery lo designó como “Arquero de la Semana”, una distinción que cuesta ganar y que se le entregó justamente por su título como campeón mundial.

Luis no pensó entonces que su fama sería efímera tras comenzar las envidias de algunos de sus compañeros y del entonces entrenador, que obstaculizaron su carrera para no llegar a los siguientes Juegos de Río 2016.

Así inició el calvario de un deportista que sólo deseaba trascender en su disciplina un calvario que duró un ciclo olímpico, pero que debía superar para continuar progresando, negándose a ser derrotado por la vida.

Hubo desafíos que nunca se imaginó que existían porque su trayectoria desde infantil y juvenil siempre fue limpia, transparente, divertida.

“Sí me puse triste porque no fui a los Juegos Olímpicos de Río 2016, era una ilusión, pero así son las cosas. Nunca he bajado los brazos pierda o gane. Doy todo, pero fueron varias las circunstancias que se juntaron para no ir. Tal vez algún día salgan a relucir muchas cosas, pero ahorita no es el momento. La grilla siempre va a existir en todos los deportes porque así es México”, confiesa el arquero, decepcionado de la realidad que enfrenta el deporte nacional.

Él nunca se quejó de las injusticias que lo dejaron fuera de eventos como Copas del Mundo, Mundiales y Grand Prix, porque sabía que las autoridades deportivas tomarían represalias.

Solo buscó refugió en su natal Mexicali. Ahí aprendió a superar los momentos difíciles, pero sin resignarse al fracaso.

“Me apoyé en la escuela y la familia. Fue un esfuerzo colectivo. Sí llegué a pensar en no regresar a las concentraciones por las rencillas con algunos compañeros. Pero el tiempo pasa, así como la euforia que había por el ‘Abuelo’. Hay una frase que dice: ‘O te mueres siendo el héroe o vives lo suficiente para convertirte en el villano’. Pero tuve la fe de que regresaría. Te puede ir mal, pero no toda la vida. Es un sube y baja de resultados y sentimientos. Dejan de apoyarte y entonces se busca la manera de seguir en lo que te gusta”.

RENACER

Luis Álvarez ha renacido, pero sin olvidar en la soledad a quien en algunas ocasiones le comentaba de sus días malos.

La inspiración nuevamente corre por sus venas. Está ansioso porque la gente vuelva a poner en sus camisetas: “Abuelo soy tu nieto”, como sucedió a su regreso de Londres.

Pero el pasado siempre está presente en sus palabras, en su mirada nostálgica que no ha superado las barreras de las injusticias cuando lo dejaron fuera de algunas competencias.

Aunque está más maduro en experiencias, sabe que le costará trabajo volver a estar entre los 20 mejores del mundo. Pero no se desanima, transmite nuevas esperanzas e ilusiones al momento de pulir su arco y sus flechas para alcanzar la perfección.

“El estar clasificado a los Juegos Centroamericanos de Barranquilla es un alivio. Entreno más directo a la meta que uno busca. Sigo luchando por mis ideales, por mi familia. Es una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Hay tiempo para adaptarnos al equipo. El ser individual queda fuera, porque es un nuevo ciclo junto al entrenador Eduardo Vélez”.

AFORTUNADO

La nueva etapa que vive en su trayectoria deportiva, lo tiene nuevamente entusiasmado ante los retos por enfrentar.

“No veo la forma de decir lo afortunado que soy al volver a estar aquí, en esto que es bonito y feo al mismo tiempo. El deporte es malagradecido pero tiene sus momentos buenos. Muchos se han quedado en el camino, por ello deseo lograr lo más que se pueda, aunque tal vez sea un último ciclo porque deseo dedicarme a lo que estudié”.

Luis explicó que continúa porque ama el tiro con arco. Que sigue analizando el deporte,  combinándolo con su vida cotidiana y los demás quehaceres.

“Sigo aprendiendo. Gano. Pierdo. Adquiero conocimientos que posteriormente me gustaría transmitir. Sería una manera de agradecer todo lo que me ha dado el deporte y que he hecho en el mismo. Sin importar cómo me vaya, pero sí entregándome todos los días a buscar ser el mejor”.

Mencionó que antes de Londres no sabía lo que estaba haciendo. Sólo practicaba y tiraba flechas en competencias que lo convirtieron en campeón Mundial

“Cosas que ya no he hecho. Y me pregunto por qué. Pues porque trabajé duro y no tenía roces con los compañeros. Después llegaron cosas que fueron inevitables y que ojalá un día se den a conocer, principalmente para que otros deportistas a quienes les ocurra lo mismo tengan un conocimiento de cómo es el deporte en nuestro país y puedan salir avantes. Por ahora no es el momento de decir todo lo que sucedió. No es el caso, sólo debo buscar llegar a los primeros planos. Hay que ser fuertes, mental, emocional y físicamente, porque sin duda que vendrán nuevos celos profesionales que hay que superar para no caer derrotado nuevamente”.

 

DATOS:

Luis es campeón Panamericano, campeón Centroamericano, campeón de Copa Mundial, cuarto lugar en Juegos Olímpicos de Londres 2012, además de infinidad de medallas en distintas competencias, tanto nacionales como internacionales.

FICHA

Nombre: Luis Álvarez Murillo

Apodo: El abuelo

Nacimiento: 13 de abril de 1991

Entidad; Mexicali, Baja California.

Altura:   1.74 metros​

Deporte: Tiro con arco

Entrenador: Jae Kyun Choi

Estudios: Ingeniería Mecánica

Papás: Antonio y Magali