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12, abril 2018 - 8:40

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Aguascalientes.- Un rayo copero alumbró a una ciudad sedienta de gloria, a un Necaxa volvió a conquistar un título en la Primera División después de casi 20 años de sequía, este miércoles rompió con la mística de un Toluca crecido y condenado por un autogol de Santiago García en la agonía, 1-0 final. ¡Rayos es campeón de la Copa MX!

No fue la pifia del argentino lo que le otorgó al Necaxa su reencuentro con el éxito. Fue un equipo empujado, valiente y arropado por su público lo que dejó en la lona al cuadro escarlata. Ignacio Ambriz guió a su escuadra a lo más alto del certamen copero, un título largamente perseguido (su cuarto en Copa) por una de las instituciones con más tradición en México. Se adelantó la fiesta en Aguascalientes.

EL JUEGO

El ambiente a la altura de una cita definitiva en la Copa, la intensidad digna de una gran final; Necaxa y Toluca lucharon desde el amanecer en cada zona de la cancha. Rubens Sambueza era el reflejo de un Toluca revolucionado, que en menos de un minuto fue capaz de cometer y recibir una infracción en unos metros del terreno de juego. De su lado, Rayos estaba bien agrupado y no mostraba prisa por adueñarse del balón; dejó esa labor al visitante mexiquense.

De los pies de Sambueza se gestó la primera llegada del Toluca. El argentino libró la marca de varios necaxistas, al tiempo que Alexis Canelo estaba dispuesto y con oportunidad de patear al arco; sin embargo, la zaga cortó el avance rojo dentro del área chica. Acto seguido, Rubens volvió a buscar a Canelo, esta vez por la pradera derecha. El atacante retrasó para Luis Quiñones, quien prendió al balón por encima de la cabaña de Barovero.

La seguridad escarlata en su ataque contrastó con el nerviosismo del sector defensivo. Santiago García y Juan Delgadillo no se hablaron en una jugada de trámite, así que Dávila lo aprovechó para robar el esférico y abrir a la ubicación de Carlos González. Cañonazo del paraguayo que murió apenas arriba del travesaño de Alfredo Talavera, esa acción despertó al graderío del estadio Victoria.

Ese chispazo conectó a los Rayos. Roberto Alvarado se animó por el carril izquierdo y logró superar en par de ocasiones al joven Aldo Benítez, encargado de cubrir la ausencia de Rodrigo Salinas. El juvenil toluqueño recibió regaños por parte de Sambueza a causa de esas desatenciones que provocaron la respuesta del local. Otro parpadeo de los Diablos casi es capitalizado por el equipo de Ignacio Ambriz. Carlos González se internó en el área, pero la figura de Talavera le robó la gloria en la jugada más trepidante y futbolera del primer tiempo.

Inteligencia del conjunto choricero cuando Pablo Barrientos y Rubens Sambueza controlaron el esférico, en cada oportunidad le dieron destino correcto, mientras que el cuadro de Aguascalientes se amparó de la picardía de Víctor Dávila o la presencia de Carlos González, su eje en el ataque: fuerte y peligroso.

Bajaron las revoluciones en el ocaso del primer lapso. Ya no se jugó a máxima exigencia como en el inicio. Un disparo machucado de Dávila, y otro tiro desviado de Antonio Ríos, fue la más relevante. Con igualada sin goles se ingresó al descanso, en una batalla de sudor y gallardía, no de pulcritud o antología.

De ida y vuelta en la reanudación de la contienda. Rayos y Diablos tomaron aire en el vestidor para descargar la fuerza en la grama del estadio Victoria. El “Pitu” Barrientos lanzó una pelota filtrada a Luis Quiñones en territorio enemigo. El colombiano buscó a Canelo, pero la zaga evitó el contacto del delantero argentino.

Necaxa, arropado y empujado por su respetable, manejó con más pulcritud el esférico. Tras unos toques que desequilibraron al Diablo, Dieter Villalpando probó con un bombazo que pasó muy cerca del arco de Talavera. El arquero tapatío solamente vigiló con angustia.

Con el encuentro adulto y la cercanía de unos hipotéticos penales ante la paridad en el marcador, Hernán Cristante ordenó el ingreso de Ángel Reyna en lugar de Juan Delgadillo (volante de contención) un mensaje de que iba decidido a evitar la definición desde los 11 pasos. Toluca ganó en posesión de balón, también en cadencia.

En una jugada a balón parado, Santiago García conectó de cabeza y besó las redes de Barovero. No obstante, el árbitro César Arturo Ramos anuló la acción para jubilo necaxista. Aunque eso no detuvo la tendencia roja, en otro avance Rubens estuvo a centímetros de encontrar la pierna izquierda de Barrientos.

Ambos contendientes pisaron el acelerador futbolístico en la recta final, de lado a lado se movió la pelota a un ritmo vertiginoso. Martín Barragán entró para empujar a la ofensiva hidrocálida, mas no pudo romper el cerrojo escarlata. A los Diablos les faltó tranquilidad en el último tercio.

Cuando todo parecía que la batalla se iba a definir en penales, Santiago García intentó cortar un balón con dirección a Talavera y al hacer contacto lo mandó a su propia puerta. Autogol que le dio la gloria al pueblo necaxista, ya nada cambió en el final. Rayos buscó con más decisión en el ocaso y encontró recompensa. ¡Necaxa es campeón por cuarta vez en la Copa! un título tan esperado por un pueblo castigado en los últimos años.

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