Al Cruz Azul no le pesa mudarse en el verano al estadio Azteca, tampoco le hace daño compartirlo con su acérrimo rival deportivo (América). Su nuevo hogar es un escenario mítico que motiva a Julio César Domínguez, lo toma como el inicio de una nueva en el balompié mexicano.

“Ahora va a ser nuestra casa, tanto de ellos y de nosotros, vamos a trabajar para ganar un campeonato, eso es lo que anhelamos. Para mí no me incomoda (ir al Azteca), será nuestro estadio”, abundó.

Es cuestión de adaptarse a la cancha y acoplarse al cambio de estadio lo más pronto posible. El “Cata” aceptó que ha sido complicado asimilar la mudanza, pues son 22 años en el Coloso de la colonia Nochebuena.

“Tenemos que dar el máximo y acostumbrarnos a esa cancha, porque jugamos muchos años en el Azul y aunque no quieras te cuesta el cambio, pero eso se hace trabajando y jugando al futbol”, puntualizó el defensor azul.

LO RECONOCE, EXTRAÑARÁ EL AZUL

Julio César Domínguez va a extrañar el estadio Azul, su hogar por más de 12 años, el recinto que lo vio nacer y en donde ha dejado el alma en defensa de La Máquina: recuerdos positivos y a la vez amargos por no levantar un trofeo durante tantos años.

“Nos vamos tristes del estadio Azul por no poder darle un título a la afición, pero con la actitud de se seguir trabajando para hacer un buen trabajo”, explicó el zaguero azul.

Se lamentó profundamente por haber perdido varias finales en el recinto cementero. Su futbol fue el único causante de los sinsabores y no el entorno del estadio Azul, en cuanto a las supuestas maldiciones del mismo.

“Fue nuestra casa durante muchos años, ahí jugamos muchas finales que se perdieron, pero yo agradezco a Dios de haberlas jugado, desafortunadamente ya no vamos a jugar en el Azul”, reveló el defensa mexicano.

Es una obligación del Cruz Azul despedirse con un triunfo del inmueble que lo albergó en la era de tornos cortos, al que será dedicado a la afición y familias que siempre los acompañan.

“Es una obligación para nosotros, tenemos que terminar con un triunfo en el Azul sería espectacular, sobretodo para nuestras familias que siempre nos han apoyado”, cerró.

LA IRREGULARIDAD LOS CONDENÓ 

Domínguez es el líder de la zaga cementera; inamovible en la gestión de Pedro Caixinha. El experimentado zaguero hizo un balance del Cruz Azul a dos fechas de concluir el Clausura 2018 y con mínimas posibilidades de instalarse en la Liguilla.

“Gracias a Dios las cosas se me han dado, agradezco a Caixinha por la confianza que me ha dado. Creo que colectivamente hemos sido irregulares, pero los últimos partidos jugamos mejor, así que tenemos que demostrarlo en los últimos dos partidos”, puso punto y final.

LA FRASE 
“Ahora va a ser nuestra casa, tanto de ellos y de nosotros, vamos a trabajar para ganar un campeonato”