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21, abril 2018 - 1:00

┃ José Luis Camarillo

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POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

En años recientes, se supo que Tony Flores, el reconocido mentor y entrenador de boxeadores, vivía prácticamente sus últimos días.

Por ello, no dejó de sorprender su total recuperación, que le permite continuar sus labores cotidianas en el Deportivo del Metro.

“Primero superé una neumonía -nos dijo-, luego padecí un mal de la vesícula biliar. Lo más duro fue la leucemia, con la que aún estoy luchando, pero estoy controlado porque en los últimos exámenes que me hicieron, salí en el estudio de la espina dorsal con casi nada. Solo me están manteniendo, bendito sea Dios y los doctores”.

Flores agradeció “a amigos que fueron a donar sangre, a boxeadores y empleados del Metro. O sea, por sangre, tengo la de muchos, soy como el Júmex, de todas las frutas. Gracias a Dios y al box, porque si no hubiera sido por una persona que le gusta mucho el box como el señor Fernando Espino, que me ayudó en todo, no estaría aquí”.

JUAN MANUEL MÁRQUEZ

Tony exaltó “el apoyo de Juan Manuel Márquez, que fue a visitarme. Cuando lo vi, no lo creía, me expresó unas palabras muy importantes en ese momento y me demostró la clase de gente que es, un caballero, porque se le formaron todos los doctores, las enfermeras, del Instituto Nacional de Cancerología, y a todos los atendió de maravilla. Un campeón del mundo como él, tan famoso y sencillo a la vez, nunca imagine que fuera así”.

Flores evocó sus inicios en el boxeo.

“Empecé con el señor Arturo (el inmortal “Cuyo”) Hernández y también con el ‘Chilero’ Carrillo, pero con el que yo me realmente me inicié fue con Jorge Ugalde. Él me enseñó mucho”.

Asimismo, aseveró: “Llegué a aprenderle también a Antonio Aznar y Antonio Chapela”. Y destacó que un momento clave fue cuando el periodista Víctor Cota “vio la clase de boxeadores que yo tenía y me animó a que me hiciera independiente. Yo tenía licencia en el Estado de México y pude conseguir la de aquí, gracias a la intervención de una gran persona que es el doctor Manuel Mondragón y Calb”.

SUS ESTRELLAS

Al pedirle los nombres de los boxeadores de mayor renombre que forjó, Flores citó a Cándido Téllez, los hermanos “Copala” y Gerson Guerrero, Javier Pichardo, Martínez, ‘Cantinflas’ García y Paco Lagunas, entre otros. “Posteriormente fui a trabajar con los señores Rogelio Robles y Ricardo Maldonado, quien intentó todo para conseguirle a Cándido la pelea de campeonato mundo, sin lograrlo. Cuando Santos Laciar destronó a Juanito Herrera, en Mérida, le dije al señor Tito Lectoure que le firmábamos un contrato en blanco para que le dieran la pelea a Cándido, pero viendo el récord, no quiso. Cándido estuvo mucho tiempo como número uno del mundo, se desanimó y se retiró joven. El señor Rafael Mendoza me dijo que yo era el gran culpable, porque Cándido noqueó a Miguel Canto, y ya no le dieron la oportunidad”.

También entrenó un tiempo a Marcos Villasana, ex campeón universal pluma del WBC.

Este personaje nacido en Tacuba, en la Ciudad de México, pero registrado en Hidalgo, se dice afortunado de que durante su grave enfermedad “me atendiera un gran especialista, el doctor Carlos Omar López; actualmente me atiende en Médica Sur”.

Evocó los días de boxeador de Fernando Espino, a quien atendió cuando el entrenador ‘Traca’ Hernández no podía. Así, se derivó una amistad que le llevó a trabajar al Deportivo del Metro. “En el Sanatorio Durango detectaron mi enfermedad y ahí pasé tres meses. Me llevaron a Cancerología, donde estuve siete meses, y aquí me tiene festejando que puedo seguir impartiendo mis conocimientos”.