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Mira

25, abril 2018 - 15:34

┃ ESTO

Vice President Pence and Second Lady Pence stand during the national anthem prior to the start of an NFL football game between the Indiana Colts and the San Francisco 49ers in Indianapolis,

Hace tiempo la liga de futbol norteamericano o mejor conocido como la NFL se encontraba en un dilema social por los constantes ataques del actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por un lado se tenia la discusión sobre ser o no un autentico patriota a la hora de que se entonase el Himno Nacional previo a los juegos. 

Todo comenzó en el agosto del 2016 durante la pretemporada de los equipos, el ese entonces mariscal de campo de los 49ers, Colin Kaepernick, mientras se entonaba el Himno Nacional puso una rodilla en el suelo en vez de mantenerse en pie y rendir tributo a la bandera americana.

“No voy a levantarme para mostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a la gente negra“, explicó después el deportista.

Trump replicó la acción y dijo: “Tal vez debería buscarse un país que se adapte mejor a él”. Fue ahí donde comenzó todo.

Los dueños de los equipos se reunieron meses después para discutir sus acciones sobre la petición de Donald de que despidieran a los jugadores que no sintieran amor por el país.

Este día, el medio estadounidense New York Times publicó una nota en la que daban a conocer lo que se platicó en la reunión de dueños de los equipos de la NFL.

La publicación escrita por Ken Belson y Mark Leibovich, daban detalles de lo que aconteció en entre los personajes reunidos. En el escrito ponían dos frentes, uno apoyaba la petición de Trump pero también se encontraba los que estaban en desacuerdo.

Relatan que los jugadores necesitan el apoyo de sus jefes, que tenían que apoyar a Kaepernick ante las injusticias que recibía, así mismo que él podría ser su portavoz en busca de un mejor trato.

Al final de la reunión, en voz del comisionado de la NFL daban a conocer que se llegó a un acuerdo en el que se trabajaría en dar un respaldo a los jugadores y con ello desafiarían a Donald Trump. 

Puedes leer la nota del New York Times dando click aquí