POR GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ

FOTOS: JORGE BARRERA

En el Día del Niño, María del Rosario bajó por un momento del Olimpo y recibió a unos pequeños que la admiran y la idolatran por sus logros e impactante sencillez.

La una vez pescadora sinaloense convivió con la niñez taekwondoín.

Les abrió su corazón y sus palabras fueron recibidas por los pequeños Carlo Mateo Barrera, Mónica Isabella Tapia, Leonardo Pérez y Yerik Emmanuel Torres como una guía hacia el triunfo, hacia la esperanza de poder alcanzar las cúspides que desean.

Fue un encuentro soñado por ellos. Su ritmo infantil se aceleró al tenerla de frente. No sabían cómo saludarla, hasta que los llamó para presentarse. Entonces comenzó la magia. La tenían de frente, ofreciéndoles su eterna sonrisa con la que también ha contagiado a los dioses deportivos. En esa área de combate que se convirtió por unos instantes en la alfombra de la imaginación.

Los peques llegaron vestidos con su “Dobok” y sus petos al sitio donde la majestad olímpica entrena. Admirados, pisaron el altar donde su ídolo día a día sigue preparándose en lo que más le gusta, el taekwondo. Porque ellos quieren seguir sus pasos, se lo dijeron para después escuchar sus palabras donde les explicó cómo se llega a ser un gran deportista.

Con paciencia e interés los hizo trabajar descalzos para que sintieran el amor al deporte. Sin prisas los llenaba de conocimientos, que fueron un bálsamo para esos peques.

Dejando de lado su rol habitual para convertirse en el ser humano que está al pendiente de la sangre nueva. Una anfitriona que los apapachó con sus experiencias.

Chayito se preguntaba cómo habían llegado hasta ahí, porque cuando era pequeña se colgaba de los camiones que la llevaban hasta el gimnasio, ya que no tenía para el pasaje. Trató de imaginar la historia de los peques mientras les enseñaba algunas técnicas. Por instantes, el mar y la tristeza se apoderaron de María al recordar cuando su padre se iba a la pesca durante días para traer el sustento de la casa. Cerraba los ojos para ver a su madre dándole consejos para que nunca abandonara el deporte. Vio el reflejo de su niñez en ellos.

Al final, les firmó su uniforme, sus mochilas, sus cuadernos, todo lo que más pudieran con la finalidad de que amplíen su visión de la actividad del deporte.

FICHA

Nombre: María del Rosario Espinoza Espinoza

Fecha de nacimiento: 29 de noviembre de 1987

Lugar: Guasave, Sinaloa

Estatura: 1.73 metros

Peso: 69 kilogramos

Padres: Ángel Marcelino Espinoza, Felicitas Espinoza Leal

Hermanos: Ángel Marcelino Espinoza, Mónica Espinoza