El árbitro Adalid Maganda pidió su reinstalación en la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol y dijo que está dispuesto a que le hagan pruebas físicas para volver a las canchas.

Maganda, quien fue dado de baja hace unos días por la Comisión de Árbitros, presuntamente por bajo rendimiento, aunque el silbante denunció que fue por ser “negro”, ofreció una conferencia de prensa, donde comentó que interpondrá una demanda ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos el día de mañana.

Aseguró que desde que llegó Arturo Brizio, presidente de la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol, su carrera se fue hacia abajo y ya no fue la misma y ya no le daban juego por su color de piel.

Acompañado por miembros del Colegio de Árbitros en Acapulco, quienes mostraron una manta en apoyo al árbitro, señaló que es el único silbante de color entre sus compañeros.

Dijo que a raíz de su despido ha interpuesto una serie de demandas ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y la Junta de Conciliación y Árbitraje.

Señaló que el despido por “bajo rendimiento” fue una excusa, porque en su historial que está en la página de la Federación, están todos sus juegos.

Además, recordó que él hizo sus pruebas físicas en enero y se lesionó la ingle, pero aclaró que cuando eso pasa vuelven a evaluarse nuevamente un mes después por lo que las hizo en febrero y no tuvo problemas.

“Yo le aviento un reto al señor (Arturo Brizio) que me haga las pruebas mañana mismo o ustedes pueden ver un jueguito y si tengo algún error yo me voy, pero el señor miente, estoy óptimo para esto”, precisó.