Con la tecnología de Google Traductor

Mira

5, mayo 2018 - 19:39

┃ ESTO

000_14L120

CRÓNICA

Los sueños de hazaña de Pumas en el Estadio Azteca fueron efímeros. Tres minutos bastaron para que se esfumara cualquier intento de remontada, mismo tiempo que los cremas tardaron en dar un golpe de muerte a su acérrimo rival del Pedregal.

La Universidad se murió de nada en Santa Úrsula. Una acción aislada de Gallardo fue todo lo que tuvieron para ofrecer y hacerse presentes en el marcador. Su calentura la canalizaron de forma equivocada al discutir con el árbitro, que de paso volvió a buscar protagonismo al echar de forma rigorista a Castillo en el segundo tiempo.

Al final, los azulcremas se impusieron 2-1 con todo y que sobrellevaron el tiempo restante en el cronometro. El vuelo no tuvo contratiempos y nuevamente están instalados en una semifinal, en espera de un rival que seguramente representará más dificultades que su “sparring” felino

EL JUEGO

Con la consigna de hacer cuatro goles y no recibir ni uno más, Pumas saltó a la cancha del Estadio Azteca para poner en marcha su propia misión imposible y borrar así el desastre que fueron a media semana en Ciudad Universitaria. Sin embargo, un error tempranero en la salida les costó demasiado caro.

Luis Fuentes perdió la pelota en la salida con Mateus Uribe, quien se enfiló a toda velocidad de frente al área auriazul, tocó al arribo de Ménez por derecha para que el galo le devolviera la cortesía con un toque de primera que el cafetalero no desaprovechó. Pase a la red y el quinto en el global.

La daga se metió profundo en el corazón universitario, que en ese momento ya necesitaba cinco tantos para la hazaña. Marcelo Díaz buscó el primero con un gran remate de volea que amenazaba con meterse en el ángulo. Marchesín voló espectacularmente para manotear y evitar la caída de su arco.

Con las revoluciones a tope y la frustración por el adverso global, el conjunto del Pedregal se enfrascó en una discusión con el árbitro Marco Antonio Ortiz a raíz de una amonestación a Marcelo Díaz por una entrada sobre Peralta en el medio campo. Los felinos sacaron las garras y le dijeron de todo al nazareno, que sin miramientos se puso a sacar tarjetas amarillas. El “Chelo”, con la calentura a flor de piel, no dejó de buscar al juez. Se llevó la segunda amonestación y dejó a los suyos con uno menos. La eliminatoria parecía más que sentenciada.

Sabedor de una amplia diferencia a su favor, los azulcremas comenzaron a consentir a su oponente. Crearon un par de llegadas, pero no apretaron lo suficiente como para volverse a hacer presentes en la pizarra. El que más próximo estuvo fue Guido Rodríguez cuando probó de media distancia y Saldivar se recostó y mandó por un costado.

Cuando agonizaba la primera mitad, Jesús Gallardo se sacó de la chistera una acción individual en la que se quitó la marca de Álvarez y Aguilar, para después cruzar ante el intento de Achique de Marchesín, quien esta vez no pudo salvar a su equipo. La Universidad se negaba a morir sin oponer resistencia. Les faltaban cuatro otra vez para la hombrada y 45 minutos con auténtico respirador artificial.

Con arrojo, Pumas salió al complemento a defender su orgullo y el de su gente. Conscientes de los riesgos necesarios, se fueron al ataque y casi recortan más la distancia en una falla grave de Edson Álvarez. El defensor amarillo no pudo reventar un balón de tramite y dejó en inmejorable posición a David Cabrera. El recién entrado mediocampista ya se relamía los bigotes, pero rápido “Marche” salió a tapar y con la pierna salvó a las Águilas de un susto imprevisto.

La respuesta milloneta vino por la vía de la pelota parada. Servicio con peinada a segundo poste, Valdez llegó a la cita, mas su remate fue deficiente y se fue desviado.

América estaba decidido a no forzar la máquina y darle manejo al duelo. Los espacios tendrían que darse en mayor medida con el correr de los minutos. Muestra de ello fue la laguna que Henry Martín encontró por el centro, misma que explotó hasta donde pudo, sirvió a Ménez y este ni centró ni tiró. Su pifia lo molestó tanto que pateó la publicidad tras el arco unamita.

Ibargüen sería el siguiente en probar a portería. El colombiano tiró un amague en los linderos del área para sacudirse la marca y posteriormente sacó un riflazo que Saldivar escupió a un lado.

El arbitraje y su protagonismo ha sido una constante en esta Liguilla. Otra vez una decisión rigorista. El delantero chileno levantó de más la pierna en su disputa por el esférico con Edson Álvarez y el juez le mostró la roja directa. La UNAM se quedó con nueve y solamente era cuestión de tiempo para que se volviera oficial el pase a la semifinal de su odiado rival.

Pese a los dos hombres menos, la “U” se pudo poner al frente en un contragolpe de Pablo Barrera. El “Dinamita” se subió a la motocicleta y a toda velocidad dejó a cuanto americanista lo perseguía. Logró posicionarse en el área para rematar, pero Marchesín atajó a dos manos.

La puntilla de Coapa vino de la mano de Andrés Ibargüen. Después de varios intentos al fin el cafetalero pudo darle la dirección correcta a la bala blanca que salió de su botín derecho. Pegada al poste fue como entró el esférico ante la mirada de el “Pollo” que estaba vez se quedó sin nada que hacer.

La suerte estaba echada desde mucho antes del silbatazo final, pero con él vino la confirmación de una serie que pintaba para algo más, pero que entre la contundencia americanista, la falta de espíritu de Pumas y los errores arbitrales, terminaron por cargarla y pintarla de amarillo.

GOLES

ACCIONES

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí