POR FERNANDO SCHWARTZ

ÉRICK “Cubo” Torres es el jugador del Tricolor que más llama la atención en los Centroamericanos. Sin embargo, el jalisciense a sus 21 es maduro y centrado. Es un Érick al “Cubo” en crecimiento futbolístico y personal: “Contento. Motivado por este torneo, estar con compañeros de mi edad siempre será para mí un orgullo, gratificante. Me motiva para hacer bien las cosas en la cancha”. En 2009 ya había estado con el “Potro”: “Me tocó venir a los 15, 16 con él en una de mis primeras convocatorias. Me tocó ganar en Japón. Lo conozco, me conoce, hemos hablado, y ahora, a responderle la confianza que me está dando”. Inicia un nuevo ciclo olímpico. Había estado en el anterior: “Se inicia uno nuevo. Un nuevo camino a los Olímpicos. Debemos empezar bien. Ganando. Vendrán Panamericanos. El preolímpico. Un camino importante que nos lleva a los Olímpicos. A empezar con pie derecho”. “Cubo” es de los experimentados en enfrentar al área centroamericana: “Son partidos parecidos a las eliminatorias. Me tocó jugarlas en categorías menores y son muy difíciles. Honduras. El Salvador se juega la vida contra nosotros, vienen a hacer su año contra México. Estamos conscientes de eso y debemos salir a dar el corazón en la cancha y dar nuestro máximo esfuerzo en la cancha”.

Érick denota ahora cómo su popularidad se fue al “Cubo”: “Contento. Fui a Estados Unidos con la intención de hacer las cosas bien, de crecer, madurar. Contento con el reconocimiento y que la gente no se olvide de mí”. Le da risa el revuelo que causó entrenando en Verde Valle: “Me gustó estar. Ver amigos y aficionados: “Érick luce en su hombro esas cintas coloridas adheridas al cuerpo: “Choqué contra un poste. Un golpe, inflamación por dentro, pero primero Dios verán el robot con los goles en la cancha”.