BORISOV, Bielorrusia.- Alejado del bullicio citadino de Minsk, en esta pequeña ciudad brilla con luz propia la Arena Borisov, escenario que “aún huele a nuevo” debido a que se inauguró el pasado mes de mayo.

Casa del Bate de Borisov, la Arena tiene capacidad para 13 mil personas y es una pequeña obra arquitectónica que lo envuelve todo en sus dimensiones. Pequeña, pero funcional es como se podría describir. Aunque el hecho de estar a una hora de Minsk y en medio de una zona boscosa resulta un poco complicado para halagarla por completo.

Por fuera parece como si se tratara del cuerpo de una gran serpiente, debido a la estructura metálica que marca su semi-circunferencia y en donde los enormes agujeros le dan ese toque de reptil.
Dicha ingeniería la hace ser más vistosa, pero éstos son para que puedan transitar los fuertes vientos que soplan en este pequeño poblado.

Por dentro, la casa del Bate lo tiene todo. Desde su comodidad hasta funcionalidad, pues en cada rincón la vista es inmejorable. Debido a sus cortas dimensiones, con unos cuantos pasos se puede llegar tanto a las tribunas como a los baños, pasillos, vestidores o zona de prensa, por lo que no es nada complicado en tratar de ascender interminables caleras o rampas de peligro.

La Arena no está techada como la de Ámsterdam, por lo que en ella se puede sentir aún más el intenso frío. Las tribunas son multicolores y están muy cercanas al campo de juego, así que la vista es sensacional en cada punto. Ya en la zona de vestidores se pueden observar los logos del Bate, así como la de sus figuras y participaciones en las Champions y Europa League, en donde hay fotografías de jugadas de acción con Jonathan dos Santos y Héctor Herrera.

Así se presenta la Arena, que está más que lista para recibir el duelo entre México y Bielorrusia en lo que será la última fecha FIFA del año.