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23, mayo 2018 - 8:00

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La actualidad del Rebaño no es la mejor, pese a que hace unas semanas ganaron la Concacaf Liga de Campeones y obtuvieron su boleto al Mundial de Clubes. La crisis económica en real y poco a poco está trayendo repercusiones en el armado del equipo.

Primero la venta de jugadores clave, además del adeudo de primas, tienen a Chivas atado de manos para ir por las grandes bombas del mercado mexicano. Es por ello que la directiva ya piensa en refuerzos, pero de no tan alto renombre y sobretodo costo.

Ante la salida de Oswaldo Alanís a España, el cuadro tapatío está urgido de refuerzos en la defensa y ahí se está enfocando la directiva para los primeros fichajes. ¿Los nombres? Mario de Luna y Antonio Briseño.

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El primero, hombre de casa, que ante las pocas oportunidades recibidas en el pasado, tuvo que emigrar y en Necaxa no sólo encontró minutos, sino alcanzó un buen nivel que lo llevó a ser un inamovible con los Rayos.

El segundo, central mexicano, que juega en Portugal, y que pese a ser de la cantera de Atlas, el clásico rival de ciudad, la urgencia por caras nuevas, harían de lado ese detalle para que el “Pollo” se convierta en jugador del Rebaño.

Por ahora, sólo hubo acercamientos para ver las posibilidades y costo de ambos, sin llegar a a una oferta formal. Será hasta la próxima semana, cuando la cúpula rojiblanca se siente a confirmar presupuesto y posibilidades y así echar a andar la máquina de operaciones para traer nuevos jugadores a Chivas.

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