Con la tecnología de Google Traductor

Mira

18, noviembre 2014 - 12:07

┃ ESTO

nota-toros-juan-padilla

POR HORACIO SOTO CASTRO

JUAN José Padilla estuvo ayer en los corrales de la Plaza México para visitar a su “socio”, Sonajero de nombre, de Villa Carmela, al que se le perdonó la vida luego de que el jerezano le bordó con hilos de oro una faena que será inolvidable.

Ahí en un corral, acompañado de un cabestro, estaba Sonajero, apacible, tranquilo recuperándose de las heridas que le produjeron un puyazo y seis hoyos de los arpones de las banderillas, un tanto estragado, pero sin perder su acometividad.

El torilero nos dice que no se han presentado complicaciones, ha estado comiendo bien y bebiendo agua y bajó de peso por el magnífico desempeño que tuvo la víspera. El mismo domingo por la noche fue curado por el médico veterinario Rafael Ramos y anoche mismo fue embarcado a su hábitat natural en la ganadería que se localiza en Lagos de Moreno, Jalisco, donde seguramente ya le prepararon su harem con un lote de vacas para perpetuar la especie.

Juan José se fue a un burladero y desde ahí le llamó la atención con su saco con forro rosa a manera de capote y el cuerpo para que embistiera, lo que hizo buscando la pelea, engallado.

Bonito es el toro, bien delineado en su fenotipo; acucharado de cornamenta, negro bragado y marcado con el 2014.

“Le agradezco al empresario Rafael Herrerías y al ganadero el que me obsequiarán ese toro. Yo no me esperaba lo sucedido, que me embarga profundamente de emoción y alegría”.

El público deseaba ver a Juan José Padilla, y al no tener mayor suerte con los toros de su lote, empezó a pedirle al jerezano que regalara un toro. Fue subiendo de tono la solicitud hasta que la plaza entera y a coro le gritó: ¡Padilla, regala un toro! El diestro ya había cumplido con su cometido en su lote y no daba muestras de hacer el obsequio hasta que le dijeron que la empresa le regalaba el toro.

Una actitud del público que nunca se había visto en la plaza México y aceptó el regalo.

“El público se merece eso y más”, expresó Padilla, quien agregó que terminó siendo “la tarde ideal, la que soñamos todos los toreros”.

Juan José reveló que se dio cuenta de las magníficas condiciones del toro al iniciar su faena toreando por alto, pues el toro iba entregado, emotivo, con la distancia adecuada y humillando. Además de bravo, tenía gran arrancada, nobleza y ligazón. Doy gracias a Dios y a la Virgen de Guadalupe el que me haya mandado ese toro que no me esperaba”.

También dijo que el toro fue extraordinario y merecía el indulto, pues acometió de largo en los naturales y en los pases en redondo con la derecha con mucha ligazón, sin tirar una mala mirada. “Fue un día muy especial para mí y mi carrera”.

Este Sonajero fue el undécimo toro que indulta en su carrera, pero este es un suceso sin igual”.

El público solicitaba el indulto de Sonajero, y luego de que se concedió, Juan José se dirigió al biombo y agradeció al juez que lo haya aceptado, pues el toro sí mereció el indulto. Fue hacia el toro y se lo llevó frente a la puerta de toriles y ahí simuló la estocada con la mano y lo dirigió a la puerta para que se fuera a los corrales.

Toro y torero tomaron rumbos diferentes, pero con la premisa del triunfo: el toro a su hábitat natural en Lagos de Moreno y el torero a disfrutar esa superior actuación en España.
Juan José Padilla es un creyente ferviente y se dirigió a la capilla de la Plaza México, que a esas horas estaba cerrada, pero se postró en la puerta de entrada y dio las gracias por lo sucedido.

De momento no se sabe si vendrá en la segunda parte de la temporada a la Plaza México, pero lo más seguro es que sí y sobre todo en una fecha significante, pues dejó un gran ambiente entre los aficionados y en la empresa.

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí