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28, mayo 2018 - 8:16

┃ Carlos Martínez

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POR CARLOS RAÚL MARTÍNEZ

Como en las historias que cuentan nuestros abuelos sobre las hazañas de los héroes de carne y hueso, fue un 20 de junio de 1998 cuando la Selección mexicana de futbol enfrentó a su similar de Bélgica, en el segundo juego de la fase de grupos en el Mundial de Francia y donde una genialidad de Cuauhtémoc Blanco le regresó el alma al cuerpo a millones de mexicanos con su enorme gol, para el empate 2-2 definitivo.

Apenas arrancaba el segundo tiempo en Burdeos y el conjunto europeo había puesto contra las cuerdas a la escuadra mexicana con un 2-0 que pesaba como losa sobre los hombros de los nuestros, que no veían cómo acortar distancias.

Manuel Lapuente se movía como león enjaulado en su banca y para sorpresa de todos, llegó la marcación un penalti a favor de los Tricolor, que cobró de manera contundente el Beto García Aspe, con esa zurda privilegiada.

Pero faltaba un gol para emparejar la contienda.

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Como si el destino hubiera marcado la hora y punto exacto para que el “11” de la selección tomara el papel protagónico en el estadio Parc Lescure, la jugada de su gol casi pareció ser planeado por un relojero.

Todo inició con la conducción frontal de Jesús el “Cabrito” Arellano, quien llevó el balón pegado al pie a una alta velocidad, y como siempre, marcó el pase al compañero con su mano izquierda.

Fue así que encontró por la izquierda a Ramón Ramírez bien colocado para desbordar por esa banda. El de Chivas no lo hizo quedar mal y tras recibir al pie se llevó a su marca para en el momento preciso centrar un poco pasado al área de los belgas.

Y podemos afirmar que casi fue un tanto abierto, porque el balón casi se le pasaba a Cuauhtémoc Blanco, por lo que el del América recompuso la plana al lanzarse con ambas piernas estiradas y con la izquierda alcanzó a cachetear el esférico con la parte externa del zapato y con ello lo anidó en la meta de Bélgica, defendida por Philip de Wilde, en una de esas anotaciones que no se pueden creer sino hasta que la ves una y otra vez.

Gol, golazo de Cuauhtémoc. Increíble, impredecible, con la etiqueta de uno de los últimos guerreros aztecas que se echaban al hombro a la tribu, con tal de poner en otro sitio a México, de esos que nunca sobran, pero sí que faltan.

 

Día: 20 de junio de 1998

2-2: Minuto 62

Estadio Parc Lescure

México en 1998

Corea del Sur 1-3 México

Bélgica 2-2 México

Holanda 2-2 México

Alemania 2-1 México

Cuauhtémoc Blanco Bravo

Nacimiento: 17 de enero de 1973

Altura: 1.77 metros

Apodo: Temo

Debut deportivo: América (1992)

Posición: Delantero

Retiro deportivo: América (2016)

Mundiales

Francia 1998

Corea-Japón 2002

Sudáfrica 2010

 

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