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2, junio 2018 - 16:37

┃ Marysol Fragoso

doctor

El primer recuerdo taurino que lo marcó fue al ver torear a Manuel Benítez El “Cordobés”, en Guadalajara, durante una corrida en febrero de 1963, “donde armó un follón”, nos dijo, y también señaló haber estado presente ese año en El Toreo de Cuatro Caminos, “cuando Paco Camino toreó en la famosa corrida de los berrendos de Santo Domingo”, recordó.

Estos son pasajes que podría tener cualquier aficionado a la Fiesta Brava, sin embargo se trata de las declaraciones de uno de los personajes de la fiesta brava: el doctor Rafael Vázquez Bayod, quien está a punto de cumplir su XXI aniversario como máximo responsable de los Servicios Médicos de la monumental Plaza México.

En su juventud fue irredento seguidor de Manolo Martínez, “y me tocó presenciar cómo con su irrupción en el medio echó fuera a Manuel Capetillo, quien era amigo de mi familia en Jalisco”, continúa con su plática.

Con un padre militar y una madre española, decidió estudiar en la Escuela Médico Militar y especializarse en traumatología. En determinado momento, alguien le habló de él al matador David Silveti, cuando éste tenía graves problemas con las rodillas. El diestro se convirtió en su paciente y más adelante estrecharon a tal grado su amistad que el torero de Salamanca se convirtió en padrino de bautizo de Rafael, el primogénito del doctor Vázquez Bayod, “¡y nos hicimos compadres!”, afirmó con orgullo.

“Más adelante, el matador Alfredo Leal también se convirtió en mi paciente, cuando era  presidente de la Asociación de Matadores… Como ésta ya necesitaba un cambio, me ofrecieron convertirme en el Jefe de los Servicios Médicos, pero no pude aceptar pues aún estaba en activo como médico militar; no obstante, preparé a Antonio Salcedo Coppola para que se hiciera cargo de manera interina, pues yo había sido nombrado en actas. Tres años después, cuando me retiré de la medicina militar, me hice cargo del puesto y llegué a la Plaza México”.

APORTACIONES

El médico relató que el primer cambio que ejecutó en el también llamado Embudo de Insurgentes, fue la implementación de la preparación de los monosabios al darles el curso llamado Manejo pre-hospitalario Avanzado de los Pacientes Traumatizados (ATLS por sus siglas en inglés), “pues tenía mis ideas muy claras para que en el medio médico se manejara con ética y no como costal de papas a los toreros que caían heridos en el ruedo, así como en su paso por el callejón y la enfermería”, dijo.

“Diseñé un sistema especial en base al ATLS, con el que preparé a los monosabios y al paramédico Felipe Sánchez. Eso fue inédito porque nunca antes había asistido un paramédico al callejón de la Plaza México”, agregó.

PRUEBA DE FUEGO

“A las dos semanas de haber tomado el cargo en la Plaza México, se vivió el tan lamentable percance del rejoneador Eduardo Funtanet, al que le cayó encima su caballo. En otras circunstancias habría muerto de inmediato, sin embargo, el buen manejo que se le dio le permitió vivir 44 horas más. Posteriormente presenté ese caso en España, pues allá los médicos de entonces en los congresos hablaban de por qué se moría el torero en cuestión. Yo hablé de por qué Funtanet logró vivir gracias a la implementación previa de este sistema de manejo del paciente”. Y ahí empezó todo, pues se probó su efectividad y se ha implantado en muchas plazas de México, y el doctor fue invitado a presentarlo en España, donde recibió importantes premios.

LOS MÁS COMPLICADOS

Para el actual Jefe de los Servicios Médicos de la Plaza México, los casos más complicados que junto con su equipo ha enfrentado en estos casi XXI años, han sido el del propio Funtanet, el del matador Juan Pablo Llaguno y el del subalterno Mauricio Martínez Kingston. Otros de sus retos médicos fueron las tardes en que se han generado múltiples heridos, como aquella del 29 de enero de 2006 cuando el toro “Pajarito”, de Cuatro Caminos, llegó hasta las barreras, y la del 28 de diciembre de 2014, cuando los toros de D´Guadiana provocaron múltiples heridos.

LAS CLAVES

Para atender esos casos, reveló el médico, primero es vital el traslado de cada uno por parte de los monosabios adiestrados en el ATLS; “luego, la primera evaluación que de cada paciente realizan los paramédicos, en este caso Felipe Sánchez, adicionalmente en el hospital se instala un puesto de apoyo para ir recibiendo a los heridos y prepararlos para cirugía. En esos casos fue vital el escalonamiento de los pacientes, pues en menos de 20 minutos quedaba libre la enfermería para recibir a otro herido, como fue el caso en 2006 cuando tras el salto de “Pajarito” y todo lo que originó, otro torero del cartel sufrió una cornada en el muslo derecho, y pudimos atenderlo de inmediato”, sentenció.

PRETENSIONES

A futuro el doctor, quien ha entregado 21 años de su vida a la atención taurina, espera lo siguiente: “Como los toreros, toda la gente que estamos en este medio hacemos las cosas con pasión y las disfrutamos. Ya veo la meta cada vez más cerca, como todo en la vida, hay que aportar conocimientos. En mi equipo hay doctores muy jóvenes. Espero que se preparen con profesionalismo y que los cursos de ATLS se sigan impartiendo con calidad por parte de personas certificadas con parámetros de calidad”, finalizó.

PALMARÉS

Rafael Vázquez Bayod es médico cirujano por la Escuela Médico Militar; Ortopedista y Traumatólogo por la Universidad del Ejército; tiene especialidad en Ortopedia Pediátrica y Deportiva por la Universidad de Harvard en Estados Unidos. Fue Jefe de los Servicios de Ortopedia en el Hospital Central Militar; en ese mismo lugar es Jefe de los Servicios de Cirugía. Es fundador del ATLS en México. Fue Jefe de los Servicios Médicos de la Asociación de Matadores. Es director de la Clínica Ortoalfa, Jefe de los Servicios Médicos de la Plaza México, Presidente de la Sociedad Mexicana de Traumatología (SOMETT) y miembro de la Sociedad Española de Cirugía Taurina.

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DATO HISTÓRICO

Rafael Vázquez Bayod nació en Sayula, Jalisco, el 17 de noviembre de 1949. Su padre fue José Vázquez Brizuela, y su madre, la española Carmen Bayod de la Fuente. Su tío materno, Martín Bayod Martínez, fue presidente de la Academia Española de Medicina, así como médico personal del Rey Don Juan de Borbón y Battenberg. Su tatarabuelo paterno fue el Coronel Miguel Brizuela, héroe durante la segunda intervención francesa en 1886.

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Emergencias médicas más numerosas atendidas en la enfermería de la Plaza México

El 29 de enero de 2006, cuando el toro “Pajarito” llegó al tendido.

Cubículo 1: Se atendió a 20 personas con lesiones leves y crisis nerviosas, entre ellas el periodista José Ramón Fernández.

Cubículo 2: Se atendió a 14 personas que fueron estabilizadas y enviadas al hospital.

Cubículo 3: Se atendió a 7 personas, la más grave fue a la conocida Julieta Gil, quien sufrió una cornada en el pubis; así como a otros tres individuos; uno con fractura de pelvis; otros con fractura de tobillo y uno con un rayón en un glúteo. Todas requirieron hospitalización.

El Doctor Vázquez Bayod, uno de los líderes en su ramo. Foto: Alejandro Villa / ESTO

El 28 de diciembre de 2014, con los toros de D´Guadiana

La torera Karla de los Ángeles, cornada en el muslo y en el glúteo izquierdo.

El monosabio Federico Domínguez El “Gamucita”, cornada perino-rectal.

El aficionado Gonzalo Martínez, cornada en la mano izquierda.

La matadora Lupe López, cornada interna en el muslo derecho.

El monosabio César Sánchez, fractura facial, así como otros cuatro monosabios con contusiones múltiples.