POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA

FOTOS: MOISÉS ROSAS

¿Qué hace un aficionado del futbol para ver a su selección?

Muchas son las respuestas que se podrían dar a esa pregunta, pero la realidad es que los seguidores son muy distintos y viven de forma diferente su pasión.

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Hay hombres como Milled Asad que prácticamente se dedica a perseguir a la Selección mexicana. Su forma de vida es arribar a los aeropuertos para ver a los jugadores, vivir de forma distinta el juego y sobre todo cantar los goles del Tricolor en la cancha y con el resto de seguidores que lo acompañan.

Hay otros como Cinthia Sosa que no sabe muy bien cuál será su futuro después de la Copa del Mundo, pero lo que sí sabe es que quería vivir una experiencia diferente y por eso se animó a ir a Rusia, luego de quedar marcada por la eliminación de México ante Holanda hace cuatro años.

Rodrigo Nogez es otro de los que sacrificó mucho para estar en Rusia otra vez. Un carro, varias pertenencias y preciados recuerdos quedaron solamente en eso para llegar a la justa.

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Gabriela González es otra de las apasionadas por el futbol. Su ídolo, Rafael Márquez, jugará su última Copa del Mundo y probablemente también se despedirá del balompié con su aparición cinco en un Mundial. Ella no se podía perder ese momento, al contrario, buscó la forma de llegar. Dejó de lado su negocio personal para llegar al sueño.

Jorge Ruiz es de esos que no puede vivir sin futbol. No importa si su trabajo depende de ello. Él tiene seguro el viaje, pero no el hospedaje, aunque sabe que el calor de un Mundial será suficiente para abrigarse en uno de los países más fríos de todo el mundo.

Sergio Carrillo contó su forma de llegar al Mundial. La vida le puso muchos retos y lo llenó de complicaciones, aunque su amor por el Tricolor fue mayor que todo y se trepó al sueño Mundialista.

Iván Solís es otro de los que dejaron mucho por llegar a Rusia. Desde pequeño quedó marcado con los goles de México, por eso supo que no podía ausentarse de una nueva aventura mundialista.

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Ellos contaron su historia y sin duda marcaron al Diario de los Deportistas. La pasión se vive de muchas formas, pero ellos demuestran que no es lo mismo gritar una notación desde el sillón, el cine, o la casa de algún amigo a estar en el campo, en donde la mística y la vida les darán una enseñanza que jamás olvidarán.

Todos representan al movimiento Corazón Azteca, una serie de mexicanos que desean llegar a cualquier lado donde México juegue, todo para demostrar que se puede y que no hay pretextos para cumplir los sueños.

PASIÓN TRICOLOR