POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

ENVIADO ESPECIAL 

Canastota, Nueva York.- Érik “Terrible” Morales estará acompañado de sus hijos Érik júnior y Nicolás cuando este domingo sea investido en forma oficial como nuevo miembro del Salón de la Fama del Boxeo Internacional con sede en esta pequeña población, la cual vio nacer a los ex campeones del mundo Carmen Basilio y Billy Backus.

El acto está programado a las 14:30 horas, después del Desfile de Campeones en que se pasea a los astros del cuadrilátero en vistosos carros de colección.  

De esa forma, el cuatro veces campeón universal que consiguió títulos del WBC en el mismo número de divisiones para superar a JC Chávez como el mexicano con más cinturones verde y oro en pesos diferentes (el César logró tres de la entidad que preside Mauricio Sulaimán), se convertirá en el boxeador mexicano número 17 que es hospedado en este Pabellón de Inmortales.

Y si contamos a Óscar de la Hoya (ingresó en 2014), quien posee las ciudadanías estadounidense y mexicana, serían 18.

La entronización del tijuanense se producirá junto a las del ucraniano Vitali Klitschko y el estadounidense Winky Wright.

NÁPOLES Y ULTIMINIO

Es menester señalar que “Mantequilla” Nápoles y Ultiminio Ramos, ingresados en 1990 y 2001, respectivamente, son considerados solamente como cubanos por los oficiales de Canastota, pero ya sabemos que ambos obtuvieron la ciudadanía mexicana.

Hay otros cuatro personajes del pugilismo azteca que pertenecen al Salón de la Fama, pero son de pantalón largo. Se trata de Arturo “Cuyo” Hernández, don José Sulaimán, el entrenador Nacho Beristáin y el agente internacional de boxeadores Rafael “Cobra” Mendoza.

Este sábado, el “Terrible” estuvo acompañado por su ex contrincante Marco Antonio Barrera, con quien dio origen a una de las más celebradas trilogías mundiales, en las que se profesaban odio mutuo; sin embargo, hace un par de años que dieron inicio a su actual amistad, gracias al consejo del gran JC Chávez. La armonía entre ellos es evidente donde quiera que se presentan.

Este sábado, ambos guerreros estuvieron en el presídium instalado junto al Museo Boxístico y platicaron con los asistentes que llegan de todas partes del mundo. Al filo del mediodía se trasladaron a la Secundaria de Canastota, el lugar de la tradicional venta de miles de objetos de memorabilia, y firmaron autógrafos a docenas de fans.

Morales y Barrera reconocen que uno sin el otro, difícilmente sería inmortal. Sus tres guerras del ring fueron determinantes para entrar a esta especie de santuario boxístico. Marco lo hizo el año pasado.

Algo que Morales recuerda es que debutó como profesional a los 16 años de edad y cuando tenía 18 años, Top Rank comenzó a interesarse en su carrera. Evocó que Todd DuBoef, presidente de Top Rank, viajó a Rosarito, Baja California, para entrevistarse con él y su promotor, Fernando Beltrán, y el resultado de esa relación es por todos conocida.

Anoche, Morales y Barrera disfrutaron del Banquete de Campeones en el hotel y casino Turning Stone, propiedad de la tribu india Oneida, en Verona. Ahí estaban también: Klitschko y Winky, así como Mike Tyson, Marvin Hagler, Tommy Hearns, Julián Jackson, Miguel Cotto, Antonio Tarver, Micky Ward y Mauricio Sulaiman, entre otros personajes.