El púgil de ascendencia mexicana, Leo Santa Cruz, no se pone ningún límite y asegura que ahora su objetivo es barrer la división pluma, impulsado por el gran triunfo que se apuntó en la revancha sobre Ábner Mares el sábado en el Staples Center de Los Ángeles.

El “Terremoto”, supercampeón pluma de la Asociación Mundial de Boxeo, afirmó que tiene en la mira a los campeones de los otros organismos, llámese Gary Russell Jr. (WBC), Óscar Valdez (WBO) y el británico Josh Warrington (IBF).

“El siguiente paso es ser el mejor en las 126 libras. Quiero unificar mi título contra Gary Russell, Óscar Valdez, Warrington, con todos ellos. Vengo de una gran pelea y quiero mantenerme en este camino enfrentando a muy buenos campeones”, señaló Santa Cruz.

PRIORIZÓ EN EL ESPECTÁCULO

Con toda la sinceridad, señaló que pese a recibir indicaciones de su padre en la esquina, en el ring prefirió no guardarse nada y brindar un gran espectáculo a la afición con un estilo agresivo que mantuvo a la afición al borde de sus asientos, pues el pleito ante Mares ya es candidato a pelea del año, tal como sucedió la primera que se enfrentaron en 2015.

“A veces no le hacía caso a mi papá en la esquina por dar más espectáculo. Enfrenté a un peleador con más técnica, por momentos trató de boxearme, vino muy bien preparado. Me conectó bien en algunos rounds, yo también lo conecté fuerte, dimos un muy buen show a la afición”, sostuvo.

“Estoy muy contento por ser campeón absoluto y campeón diamante. También estoy feliz, porque nadie salió lastimado, nadie se fue al hospital. Al final nos dimos un abrazo como dos buenos peleadores”, concluyó.