Moscú.- Han llegado seguidores, aficionados, hinchas o como usted quiera decirle, de todas partes del mundo. De inmediato todos se conectaron como si pertenecieran a un solo grupo de Whatsapp, porque no tardaron en encontrar su punto de reunión.

Podemos decir que en las calles, el Mundial ya empezó, porque de inmediato tomó color. Los argentinos con sus cánticos y los mexicanos con sus canciones, se encontraron en la misma calle del centro de Moscú, como si los hubieran citado a todos. Irónicos, pidieron un minuto de silencio por los chilenos, que no pudieron llegar a esta cita.

La pasión se desborda en Rusia. Foto: Jorge Barrera / ESTO

Los que vienen con las pilas puestas son los peruanos, que dejaron todo con tal de vivir esta experiencia mundialista a lado de su histórica Selección. Los colombianos creen que tienen una generación única, que no les puede fallar.

Después llegaron los marroquíes, algunos coreanos, pero llama la atención que había salvadoreños y chinos, que sin pedir permiso se sumaron a la fiesta a pesar de que sus equipos no clasificaron.

La pasión se desborda en Rusia. Foto: Jorge Barrera / ESTO

Están faltando los españoles, también los alemanes. Seguramente vienen en camino y con todo, por lo que esta fiesta mundialista aún va para largo.

Y los enviados de ESTO, estamos presentes.

Encuentro de culturas

Moscú.- Habrá quien no sea aficionado al futbol, al que de plano no le guste como dos equipos se disputan el balón en la cancha. Sin embargo, un Mundial es más que eso. Las culturas de diferentes países se encuentran gracias a una cita provocada por un balón.

El futbol puede sonar a puro pretexto, cuando vemos que niños, mujeres y hombres se conectan con ese mundo extra cancha que ofrece un encuentro distinto, una convivencia total que no dura 90 minutos.

Es el acercamiento de diferentes culturas que provoca el futbol. Perú, por ejemplo, se alejó de los Mundiales durante varias décadas y ahora sus seguidores están provocando una invasión inca en la tierra de los zares. Es fácil encontrarlos por todos lados, igual pasa con los mexicanos que son de los más buscados por los rusos, a los que parece encantarles el folklor de nuestro país. Donde ven un sombrero de charro solicitan la foto. Pero quien más llamó la atención fue “Pepe Nacho”, quien al más puro estilo azteca se paró frente al teatro Bolshoi y acaparó la atención de los rusos y de todo tipo de turistas.

La pasión se desborda en Rusia. Foto: Jorge Barrera / ESTO

“Aquí estamos bebiendo vodka. Me llamo José Luis Arteaga, me dicen Pepe Nacho, el Azteca de los Mundiales. Ya llevo nueve Copas del Mundo. Le deseo mucha suerte a México, yo creo que vamos a empatar con Alemania y ganaremos los otros dos partidos. La raza azteca debe predominar donde sea, porque tenemos tradiciones muy ricas de las que debemos estar orgulloso. Por algo nos reconocen en todo el mundo. Saludos y buena vibra a México”, comentó con satisfacción, mientras seguía complaciendo a la gente con más fotos.

Los colombianos también mostraron sus penachos con orgullo y despertaban la curiosidad de los rusos, al igual que los árabes, elegantemente vestidos con sus tradicionales atuendos. Y no había ningún balón por ahí, simplemente las culturas se encontraron, gracias al futbol.