Moscú.-Contagiado de emoción y con un nudo en la garganta por tanta felicidad por llevar un nuevo Mundial a México en lo que es la recta final al frente de la FMF, Decio de María explicó que dicho logro lo puede asemejar como si fuera la gran cereza del pastel bajo su régimen.

El logro lo conmovió, vivió angustiosamente la votación, pero celebró eufórico la determinación  de las 210 federaciones que le dieron un nuevo Mundial a la zona de Concacaf. “Es una emoción muy privada, es muy bonita la sensación”, relató brevemente para ESTO.

El beneficio no solamente fue para él y su gestión, sino “un reconocimiento del mundo para los mexicanos, así lo votaron 210 federaciones, es un gran día de reconocimiento para México y también para EU y Canadá, pero también es para nosotros”, explicó seguro.

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MUROS Y FRONTERAS

La felicidad contagiará a todo el pueblo mexicano que es cien por ciento futbolero, pese a las miles de problemáticas que vive a diario, el Mundial será un respiro y escaparate para las nuevas generaciones. “Es una gran noticia para todos los aficionados de México, tener un tercer Mundial, es algo que México va a celebrar”.

Entendió que el futbol es sinónimo de unión y el balón puede romper cualquier muro fronterizo.  “No voy habar de política aquí, es una propuesta en donde los miembros de la FIFA  votaron en su mayoría por nosotros, la pelota rueda por arriba y ahí no hay barreras de detener, es  la voluntad del futbol”.

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AZTECA, EL ABUELITO

Asimismo, espera que el Azteca, debido a su rica historia, sea el estadio que vea la inauguración del Mundial en aquellos años, ya que es como el abuelito de los estadios. “Hay que enviarle flores, de los 23 que forman parte del “pool2 es el abuelo, será su tercer Mundial, será un logro tener la inauguración, a los abuelos hay que consentirlos y apapacharlos”, justificó.