Un espacio dedicado especialmente a combatir discriminaciones de hinchas de fútbol homosexuales o de minorías étnicas, bautizado como Casa de la Diversidad, tuvo que cambiar su ubicación en el último momento en San Petersburgo, en una decisión que algunos ven impulsada por motivaciones políticas.

Los propietarios del edificio en el que estaba colocada la Casa de la Diversidad, destinada a poder seguir los partidos del torneo en un ambiente de lucha contra las discriminaciones, dijeron a los organizadores unos días antes de la apertura que cesaban su colaboración con el proyecto.

Piara Powar, directora de la red internacional antidiscriminación (FARE), que supervisa la iniciativa, dijo que la forma de tomar la decisión resulta “familiar” a los grupos pro Derechos Humanos de San Petersburgo.

“Lo reconocen como el método con el que las autoridades de la ciudad van en contra de las actividades que no responden a sus políticas”, dijo en un comunicado.

En su opinión, esta decisión de último momento parece “un ataque político de los que muestran cómo los debates sobre Derechos Humanos son limitados por las poderosas fuerzas conservadoras políticas de Rusia.

Powar había dicho el pasado mes a la AFP que su organización había obtenido garantías de las autoridades rusas para la instalación de Casas de la Diversidad en Moscú y San Petersburgo.

La Casa de la Diversidad de Moscú abrió la pasada semana y ha estado albergando ya distintos actos en el centro de la capital.

El activista británico Peter Tatchell fue brevemente arrestado el jueves, en el primer día del Mundial, por una protesta en el centro de Moscú contra la política del gobierno de Vladimir Putin hacia las personas LGTB (lesbianas, gais, transgénero y bisexuales).

En 2013, una ley que contempla multas y hasta penas de prisión fue aprobada para combatir la “propaganda homosexual” delante de menores de edad, una cuestión que generó grandes protestas internacionales.