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24, junio 2018 - 11:45

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japon

Ekaterimburgo.- Un vibrante empate entre Japón y Senegal, que aún marchan invictos, apretó la situación en el grupo H.

Sadio Mané abrió el partido de manera accidentada con un rebote; sin embargo, Takashi Inui empató el marcador con un golazo.

Wague le dio ventaja de nuevo a los africanos, y el nipón Keisuke Honda terminó por igualar los cartones para el 2-2 definitivo.

Nipones y Leones de Teranga, comandan sorpresivamente su sector con cuatro unidades.

IMPRIMIERON DINAMISMO

Un cotejo de ida y vuelta entre dos selecciones rápidas y que buscan el protagonismo con el balón en los pies. Claves resultaron los errores, pero todavía más la oportunidad de aprovecharlos cuando así fue requerido.

A pesar de que Japón puso más futbol, los de Senegal se fueron al frente en dos ocasiones, sin embargo, de gran relevancia fue Takashi Inui para los asiáticos.

Rápido encontraron la diana los africanos. Eiji Kawashima rechazó mal un disparo que salió desde la pradera izquierda, la caprichosa rebotó en el cuerpo de Sadio Mané y luego se coló a la red para abrir el marcador de la auténtica fiesta.

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Inui siempre se mostró activo en la búsqueda del gol, fue justamente el hombre que tuvo oportunidades. Disparo en la frontal que reventó la espalda de uno de sus compañeros; sin embargo, al menos ya habían intentado tocar la puerta.

Más tarde en el cotejo, Yuto Nagatomo recibió un balón de larga distancia, mas la pelota se le prolongo tras la recepción, dejándola libre para Takashi que la prendió a la base del poste, donde el cancerbero senegalés no la iba a alcanzar jamás.

En el complemento se mantuvo la idea de juego de ambas escuadra.

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Osako no logró conectar el balón tras un centro por la izquierda. Error lamentable, pues se encontraba completamente en solitario frente al meta.

La respuesta llegó. Sabaly hizo un giro con la esférica en el área y mandó un centro que Niang desvió ligeramente. La caprichosa llegó en bandeja de plata a Wagué que le dio a los suyos la ventaja.

Otra vez con el orgullo herido, Japón buscó el empate, y el hombre clave fue otra vez Inui, quien puso el centro para que Keisuke Honda simplemente le diera el último empellón a la pelota ante una portería completamente sola.

El grupo quedó abierto, pero dejó a Japón y Senegal como dos líderes que son más que una grata sorpresa por los valores mostrados fuera de la cancha y por el atrevido estilo de juego.

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