Samara, Rusia.- A ciegas, sin saber quién puede ser el rival en octavos de final, Rusia y Uruguay compiten por ser el líder del Grupo A. Ambos conjuntos están por elegir entre Sochi y Moscú como inicio de un incierto camino repleto de sorpresas y en el que cada vez es más complicado predecir cuál será la ruta hacia la final del Mundial de Rusia 2018.

Cuatro horas antes de que España se juegue su futuro ante Marruecos; y de que Portugal e Irán completen la clasificación del Grupo B, uruguayos y rusos, sus rivales en octavos de final, cerrarán una de las pocas llaves del Mundial que ha respondido a lo esperado.

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Quizá no tanto la explosión goleadora del equipo anfitrión, sobre el que había muchas dudas, pero que como local estaba obligado a superar la fase de grupos. Igual que Uruguay que, si bien respondió a lo esperado, no ha encontrado el juego ofensivo que se le presupone a un conjunto con Luis Suárez y Edinson Cavani.

Uruguay apunta a lograr, por primera vez en su historia, tres triunfos en la fase de grupos; para ello, Tabárez medita algunos cambios en su cuadro titular; entre ellos, una sustitución obligada ante las molestias musculares que presentó el defensor José María Giménez.

Además, podría dar minutos a Maxi Pereira en el lateral derecho en el lugar de Guillermo Varela. Si juega, ampliaría a 126 partidos su marca como el jugador con más partidos disputados con Uruguay.

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Mientras, en la Selección Rusa, Stanislav Cherchesov no ha querido revelar si preservará a Aleksandr Golovin, su pieza vital en el centro del campo, pero que podría perderse los octavos de final si es amonestado.

Como Uruguay, Rusia piensa que, puesto que no se conocerá el rival hasta horas después, el mejor camino es volver a ilusionar a los aficionados con otra victoria de prestigio.