El juego se le caía a Francia. Dominó todo el primer tiempo a Argentina, e inexplicablemente lo iba perdiendo al inicio de la segunda mitad. Pero el pie derecho de Pavard, nos regalaría, la mejor joya de lo que va de Rusia 2018. Un gol que no solo significó el empate de los galos, sino que fue el parteaguas para la victoria de su selección.

Un balón pasado, en los linderos del área, que Benjamin tomó de bote pronto, con su cuerpo casi tocando el césped y la pierna derecha en dirección contraria, parte externa, técnica perfecta. Raspó la pelota que se le alejó a Armani se coló en el ángulo. ¡Una obra de arte!

De todos los golazos que nos ha traído la Copa del Mundo, por dificultad, estética, colocación e importancia, el del lateral del Stuttgart, es sin duda el mejor de todos. Por encima de los de Coutinho ante Suiza, Mertens a Túnez o Nacho a Portugal, por cierto, muy parecido al de Pavard.