Con la tecnología de Google Traductor

Mira

2, julio 2018 - 10:50

┃ ESTO en línea

636661497130610523

CRÓNICA

POR LUIS GARCÍA OLIVO

ENVIADO ESPECIAL

Samara.- La tristeza de siempre, el fracaso perpetuo. Las generaciones de la década de los noventa a la actualidad están tan acostumbradas a los fracasos del Tricolor en las Copas del Mundo y para no fallar a la tradición, México nuevamente se quedó con las ganas de llegar al tan famoso quinto partido, al duelo por los cuartos de final, ya que Brasil se encargó de hacer añicos los sueños mundialistas de los aztecas en Rusia 2018.

Increíble desde las entrañas de la eliminación, México tuvo un adiós muy sencillo y bastante tranquilo, ya que en anteriores Mundiales, incluso,  había tiempos extra, penaltis y emoción al límite en los minutos finales, Sin embargo, Brasil lo hizo ver de manera fácil, con piernas y oportunismo cayeron sus goles mediante Neymar y Firmino, quienes desnudaron nuevamente la flaca marca de Layún y las pocas ganas de Salcedo y Gallardo.

También puedes leer: Los mejores memes de la eliminación de México del Mundial

México dice adiós a Rusia 2018 con dos goles en contra frente a Brasil, pero pudieron haber sido más sino es que Ochoa tapó un racimo de llegadas. Sin embargo, poco cuenta, ya que el Tricolor vivió la tristeza de siempre, la tradicional eliminación de los octavos de final.

Osorio no resultó ser el puente hacia los cuartos de final, tampoco lo fue el “Káiser” en su adiós con el Tricolor, menos Chicharito que invitó a soñar y posiblemente los que creyeron fueron los jóvenes como en el caso de Lozano, Raúl y Vela, pero no bastó, Brasil mató en par de ocasiones y México careció de contundencia, ya que no marcó frente a suecos y  brasileños.

Los amazónicos se unen a la lista de verdugos del Tricolor, quien  ya  numera su séptimo fracaso desde esta fase. Adiós Tricolor, se vale soñar, pero no de manera abismal para hacer historia y llegar al quinto partido, pues siempre es importante tener en cuenta la tristeza de siempre y el fracaso perpetuo.

EL JUEGO

Frenético, atrevido y nada calculador fue el arranque de México durante los primeros veinte minutos en la cita histórica de los octavos de final frente a la Canarinha.

Fueron veinte minutos en donde México tuvo a Brasil en la mano, con el antojo de anotar no solamente en una, dos o tres ocasiones, sino que lo tuvo para más, pero  la falta de contundencia los marginó del gol durante este lapso.

El Tricolor no salió a colgarse en su arco, jugó en busca de la propuesta y ofender, por lo que nuevamente un 4-3-3 fue la ruta trazada de Osorio en donde Ayala reemplazó a Moreno, Márquez sustituyó a Layún en el mediocampo y la confianza volvió a Gallardo y Edson, de ahí en fuera fue el mismo esquema que usaron frente a teutones, coreanos y vikingos.

También puedes leer: Así reaccionaron las redes tras la eliminación de México

Por ello y de manera entendible, “Chucky” fue el más peligroso, con categoría y sin miedo encaraba, burlaba y tiraba cruzado. A él se unía Javier Hernández, quien no alcanzaba a llegar a los centros que filtraba Lozano, Vela se unía al ataque y con tiros lejanos perdonaban la meta de Alisson. México tenía un arranque prometedor, en cuestión de dos o tres pasos llegaban al área del rival, que estaba sorprendido por el arranque de los de Osorio.

Sin embargo, despertó  Brasil. Después de los 25 minutos, tomó las riendas del mediocampo y la pelota por medio de Neymar, quien abría el campo por sector izquierdo, por lo que Edson Álvarez era el más exigido.

Aunque así como despertaba Brasil, también lo hacía Memo Occhoa, quien en dos, tres y hasta cuatro ocasiones le tapó todo al rival tal y como ocurrió hace cuatro años en Fortaleza. El meta del Stándar, le achicó a la figura del PSG, le detuvo un envío a Coutinho entre los errores defensivo de los aztecas y un tiro-centro de Gabriel de Jesús y de Willian. México era salvado por Paco Memo.

 Fue tanto el peligro de Neymar que Edson no podía detenerlo y con ello se ganaba su primera tarjeta amarilla en el Mundial. Un primer tiempo dividido para ambos.

También puedes leer: Nos vamos muy tristes: Guillermo Ochoa

El Tricolor fue el mejor durante los primeros 25 minutos, pero luego la arriesgada presión los cansó y Brasil respondió con oportunidades muy peligrosas. Par de roscas al entretiempo.

Arrancada la parte complementaria, Layún entró al campo por Rafa, ajuste que le dio confianza a Brasil, pues comenzó tal y como cerró la primera parte, salió a presionar a México, por lo que sin decir “agua va” Coutinho probó de larga distancia a Ochoa.

Enseguida cayó la recompensa amazónica. Willian se abrió espacio ante los marcadores, con velocidad mordió el área chica y de ahí mandó el dardo que iba dirigido a gol con la barrida de Neymar. El astro ahora sí no perdonó y Ochoa fue batido. Brasil hacía la diferencia.

Con el gol en contra un nuevo ajuste: Línea de cuatro  en el fondo –Layún, Ayala, Salcedo y Gallardo- salía Edson y Jonathan dos Santos debutaba en el Mundial para ocupar la contención en busca de recuperar la pelota y el mediocampo.

Tal confianza se tradujo en descolgada, Lozano filtró a Vela, quien  probó de larga distancia y Alisson desvió, pero antes Ochoa volvía a salvar el arco. México buscaba despertar hasta con la entrada de Raúl Jiménez.

Las marrullerías de Neymar no podían faltar y el jugador le echó mucho drama a una simple jugada con Layún, quien únicamente recogió el balón y el brasileño se tocó el tobillo como si con un leve toque se lo hubiera roto.

Brasil ya jugaba a la espera, a ganar tiempo en cada caída, enfriaban el juego y México caía en ese rol.  Colmilludo el futbol amazónico, se tornaba con los tintes búlgaros, germanos, estadounidenses, argentinos y hasta holandeses, pues el reloj avanzó y la eliminación era cuestión de minutos.

También puedes leer: El quinto partido, una misión imposible

Sin embargo, Brasil hizo realidad su pase a los cuartos de final gracias a una descolgada por izquierda de Neymar en donde aprovechó un largo centro y la floja marca de Layún. Ya en el área centró a Firmino, quien solamente punteó ante la estirada de Ochoa y la poca velocidad de Salcedo y Gallardo. El sueño mexicano terminaba por completo, furia total en Osorio que perdía la partida y la credibilidad por llevar a México al tan ansiado quinto partido.

El Tricolor así le dice adiós a Rusia 2018, posiblemente con la eliminación más sencilla en comparación con los otros Mundiales en donde el drama y los goles ponían a soñar a nuestro pueblo, pero hoy nada de eso existió, únicamente 25 minutos que se fueron como agua y que los nuestros no pudieron aprovechar. No apareció nadie, ni Lozano, Chícharo o Vela, tampoco la endeble marcación de Layún, Gallardo y Salcedo a quienes siempre les ganaron en velocidad y las espaldas. Nuevamente México deja de soñar, despertó a su realidad y ni con técnico mexicano o colombiano pudieron contar nuevas historias. La historia del quinto partido no tiene para cuándo terminar.

ACCIONES