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Mira

2, julio 2018 - 11:52

┃ Violeta Alva

Brasil

A pesar de la supremacía que que supone Brasil sobre México en el papel, los aficionados de la verdeamarela sufrieron ayer la victoria de su equipo.

La Comunidad de brasileños que radica en el país se dio cita en un bar de la CDMX para disfrutar del encuentro entre México y Brasil por los Octavos de Final del Mundial de Rusia 2018.

Al ritmo de samba, el grupo comenzó a llegar desde las 8 de la mañana con camisetas de su selección y algunos otros con las de México.

Fieles a la pasión sudamericana que los caracteriza, los brasileños gritaron cada jugada y se ofendieron cada vez que el árbitro central no marcaba como falta las caídas de Neymar o algún otro de los suyos.

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El entretiempo fue una fiesta. A pesar del empate momentáneo, el baile y la música fueron los protagonistas en el descanso.

Si bien Guillermo Ochoa fue la figura Tricolor y evitó que la goleada fuera más grande, los canarinhos sufrieron las pocas llegadas de los dirigidos por Juan Carlos Osorio. Incluso, cuando el central añadió seis minutos al encuentro hubo quienes lo consideraron una exageración y pidieron que ya se terminara.

Hubo algunos nacionales que intentaron apagar la fiesta con el Cielito Lindo, pero el segundo tanto brasileño anuló su intento.

Brasil es de las pocas selecciones grandes que aún se mantiene en competencia y espera a su rival que saldrá del duelo entre Bélgica y Japón, que, a petición de los aficionados de la pentacampeona del mundo, esperan sean los europeos.

De cualquier forma, sea quien sea el contrincante, confían en que sumarán una estrella más a su escudo pues ya se ven campeones del Mundial.