POR SALVADOR AGUILERA

FOTOS: RAMÓN ROMERO

ENVIADOS ESPECIALES

Moscú.- Rezagado e impotente. Así fue como James Rodríguez vivió la eliminación de Colombia a manos de Jordan Pickford, arquero de Inglaterra que atajó el penal para que después Dier los calificara a cuartos de final.

La lesión con la que llegó el colombiano a Rusia 2018 siempre fue el ancla que no lo dejó despegar como hace cuatro años cuando maravilló al mundo en Brasil 2014 con su buen juego. Fue el edema en el sóleo derecho lo que no lo dejó participar en el último juego de la fase de grupos ante Croacia. De la misma forma, José Néstor Pékerman, timonel cafetalero, no pudo contar con él para el choque ante Inglaterra.

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Fue un aficionado más en las gradas del Estadio del Spartak de Moscú. Si bien estuvo muy cerca de sus compañeros, unos escalones lo marginaron de contribuir con su granito de arena a la épica remontada de los colombianos.

Al final, las lágrimas rodaron por sus mejillas. La tristeza lo invadió y el mundo se privó de ver correr la magia por sus botines, aquellos que en Brasil lo pusieron en la élite mundial. Habrá que esperar cuatro años para que en Qatar derroche su talento acompañado de su madurez.