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5, julio 2018 - 20:45

┃ Marco Polo Zúñiga

tabarez

Foto: Reuters

En el lejano mes de noviembre del 2005, el futbol uruguayo pasaba por un túnel de sosiego e incertidumbre tras la caída de su Selección Nacional en la repesca rumbo a la Copa del Mundo de Alemania 2006.

El combinado charrúa había sucumbido en penaltis a manos de Australia, en Sídney; parecía el momento más crítico de la dos veces campeona del mundo y que no sería uno de los invitados en Alemania.

Una vez digerida la eliminación, la Federación Uruguaya de Futbol nombró a Óscar Washington Tabárez como su nuevo entrenador en sustitución de Jorge Fosatti, cabeza de aquella delegación que sucumbió en la repesca frente a los Canguros.

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Se trataba de la segunda gestión del “Maestro” al mando de la Celeste, y por sus resultados en la primera, pocos aprobaron el nombramiento del nacido en Montevideo.

Cuando dirigió por primera vez, el cuadro charrúa alcanzó la final de Copa América y quedó eliminado en octavos de final del Mundial de Italia 1990; un trabajo regular que no logró redondear con algún trofeo.

Así que Tabárez se preparó arduamente por muchos años; acumuló experiencia en Europa y en diversos equipos a través de un viaje por el mundo.

A partir de marzo del 2006, el combinado charrúa volvió a las manos del “Maestro”, la decisión más acertada por décadas. Un año después Uruguay culminó en cuarto puesto de la Copa América; además de clasificarse, sin contratiempos, al Mundial de Sudáfrica 2010, en el que alcanzó el cuarto lugar después de 40 años, tras caer en semifinales con Holanda.

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La Celeste dio un golpe de autoridad, había un líder en el futbol uruguayo que regresó la brillantez a su nación, una de las más futboleras por tradición y logros en este deporte. Continuidad al proyecto, los dirigentes sudamericanos no cambiaron la fórmula que les funcionó para situarse en el primer plano.

Un año más tarde, Uruguay conquistó la Copa América en Argentina, tierra de su acérrimo rival, luego de vencer a Paraguay en la final. El pequeño país sudamericano reencontró la gloria futbolística gracias a la dirigencia del experimentado entrenador. Tres años después, su equipo volvió a calificar al Mundial de Brasil 2014.

CONTINUIDAD A PESAR DE LOS RESULTADOS ADVERSOS

Pese a tener su saldo negativo en la Copa América de 2015 y 2016, Óscar Tabárez fue respaldado por su Federación para continuar al mando en Rusia 2018.

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Uruguay clasificó por tercer mundial consecutivo de la mano del técnico de 71 años de edad y un bastón que lo ayuda a sostenerse en la cancha, pero es su sabiduría y conocimiento de todas las categorías del futbol charrúa, lo que comanda al equipo sudamericano en Rusia.

La Selección de Uruguay apostó hace 12 años por Óscar Tabárez, hombre que le dio un giro a la historia de la Celeste, que conoce cada paso de sus dirigidos y las generaciones que vienen en camino; hoy están más cerca de volver a conseguir la gloria mundialista, sin duda un ejemplo para el mundo del futbol.

Desde la llegada del técnico, la Celeste recuperó su garra y ahora es una candidata al título en Rusia 2018.