Sólo un partido, el pactado para hoy en el Zenit Arena, separan a Francia del reencuentro con la historia, y a Bélgica de convertirse en un equipo de leyenda.

La apuesta es más que considerable para dos Selecciones Nacionales que han sobrevivido al devenir de Rusia 2018 y que han llegado hasta la frontera de la final. No es una situación nueva para ninguna de las dos, pero sí formidable por lo poco habitual.

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Pasaron 32 años para que Bélgica se reencontrara con una situación similar; ahora en manos de una de las mejores generaciones de su historia, en plena madurez y que asume con convicción el reto. Mucho ha tenido que ver el seleccionador Roberto Martínez, capaz de armonizar el talento y plagar de confianza a un magnífico grupo lastrado por las decepciones.

Thomas Meunier es la única baja con la que cuenta Roberto Martínez para el cotejo contra Francia. El defensor del París Saint Germain debe cumplir un partido de sanción por la tarjeta amarilla que vio contra Brasil, en cuartos de final.

El resto está en condiciones. Incluidos Nacer Chadli, quien puede ocupar el lugar de Meunier. También está listo el delantero Adnan Januzaj, tras el golpe en la rodilla que sufrió en el entrenamiento previo al choque de los octavos de final, ante Japón.

Roberto Martínez será fiel a su filosofía. No renunciará a la posesión del balón pese a la categoría del rival. El español pretende aprovechar el buen momento de Eden Hazard, uno de los mejores del torneo, y la recuperación de Kevin de Bruyne, quien ante Brasil reencontró su mejor nivel.

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La Selección Francesa afronta con optimismo su partido de semifinales. Ha sido el equipo más sólido del torneo y los triunfos ante Argentina y Uruguay solidifican aún más su candidatura. Confía en que puede ser campeona del mundo, como hace 20 años lo fue la generación del ahora seleccionador Didier Deschamps.

Tras haber cumplido su partido de sanción por amonestaciones, Francia recupera a Blaise Matuidi para que arme el ataque de Antoine Griezmann y Kylian Mbappé. La única es el defensor Benjamín Mendy, debido a problemas musculares.

Francia se cita con la historia en busca de por regresar a su pasado glorioso; mientras que Bélgica quiere manifestar que no es coincidencia que esté en las semifinales.

San Petersburgo será la sede, pero todo el mundo será juez. Se espera un gran juego.