CRÓNICA 

POR SALVADOR AGUILERA

ENVIADOS ESPECIALES

Moscú.- Un equipo soñó y volvió realidad su sueño. Después de hacer una gran fase de grupos y de pasar por dos dramáticas serie de penaltis, la Selección croata entendió que tenía bases para hacer realidad todas esas ilusiones que se generaron desde que consiguieron su boleto a Rusia 2018. Mientras exista voluntad, vergüenza, calidad y sacrificio en el terreno de juego, muchas cosas se pueden alcanzar, como lo vimos anoche en el estadio Luzhniki, porque no basta con soñar. Por primera vez, Croacia es finalista de un Mundial al dejar fuera a Inglaterra, que puede presumir de tener la mejor liga, pero no la alegría de la hoy gozan croatas y franceses.

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Otra vez el equipo dirigido por Zlatko Dalic tuvo que recurrir al alargue, el tercero en forma consecutiva en este torneo, para dar un paso histórico al superar 2-1 a Inglaterra y citarse con Francia, el próximo domingo en este mismo escenario, en la gran final.

Inglaterra tomó la ventaja muy temprano en el partido con gol de Trippier, pero Croacia nunca bajó los brazos y fue hasta el minuto 68, que Perisic emparejó las cosas. Eso obligó a los tiempos extra, en los que Mandzukic se vistió de héroe. Increíble voltereta que valió el pase a la final. Parece que el técnico Dalic sabía que algo así iba a pasar, porque se reservó todos sus cambios hasta el último momento. Abatidos, los ingleses se quedaron tendidos en el terreno de juego, tras una gran batalla.

AL QUE MADRUGA…

Inglaterra ya ha mostrado su solidez en esta Copa del Mundo, un equipo que sabe pararse con personalidad en el terreno de juego y al que es difícil hacerle daño. Caer en el error no es algo común en el equipo dirigido por Gareth Southgate. Y si a eso le agregamos que a los cinco minutos de partido, ya hay ventaja de 1-0, mejor aún para tomar el dominio del encuentro. El gol tempranero de Kieran Trippier, con soberbio tiro libre, fue un duro golpe para los croatas, que pronto comenzaron a caer en las imprecisiones, como la equivocación de Strinic al entregarle la pelota a un contrario. De milagro, la jugada no creció porque los ingleses cayeron de inmediato en fuera de juego.

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Había confusión en los dirigidos por Zlatko Dalic. No aparecía el medio campo croata, con Rakitic, Modric y Brozovic. Ya ni hablar de las incorporaciones por las bandas de Perisic y Rebic. Los ingleses habían tendido una línea de cinco, que sabía desdoblar con inteligencia y no le daba opciones a Mandzukic y compañía.

Inglaterra tuvo para hacer el segundo y entonces sí, poner contra la pared a Croacia, el problema fue que Harry Kane no puso resolver una jugada clara y terminó por estrellar el balón en el poste. Increíble. Croacia apareció hasta después del minuto 30 con un tiro de Rebic directo a Pickford. Al menos una señal de vida. El partido se puso tenso y así llegó el final del primer tiempo.

ARRIESGÓ Y EMPATÓ

No había de otra. Jugarse un pase a la final del Mundial no es algo de todos los días. Croacia quería seguir haciendo historia en Rusia 2018 y se fue con todo, a tratar de derribar la muralla inglesa. El partido fue más peleado, más ríspido, sobre todo en terreno de los ingleses. Ahora sí, el medio campo croata empezaba a mostrar sus armas, al tiempo que una y otra vez había reclamos para el silbante de Túnez, al que le iba quedando grande el partido.

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El esfuerzo valió la pena, porque Croacia no tardó el emparejar las cosas, gracias a que Perisic intentó un remate muy acrobático para anticiparse a la defensa y sólo así llegó la igualada. El 1-1 fortaleció al equipo de Modric, quien empezó a mandar en el centro del campo y el dominio sobre los británicos era total. Incluso hubo un balón al poste y el público se involucró más en el partido. La tribuna también empezó a jugar. Grandes cánticos hicieron más emotiva esta noche mundialista.

EL DRAMA

Los dos técnicos quemaron todos sus cambios al llegar el alargue, Croacia lucía más entera, aunque Stones estuvo cerca del gol, de no ser por el salto oportuno de Vrsaljko al salvar su meta sobre la línea de gol.

Siguieron los cambios y todo le salió a la perfección a Dalic, porque el gol no tardó en llegar. Mandzukic fue el héroe de la noche. El que logró que Croacia cumpliera un sueño, sólo que este sueño no ha terminado. Sigue Francia y los croatas pueden ser campeones del mundo.

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