La halterista, representante de la categoría de las superpesadas (+90 kg) guardó la calma al enterarse que no asistiría a la justa, fundamental en su preparación de este año, no dejó la concentración, ni los entrenamientos a la espera de la noticia de la ODECABE en un trabajo conjunto con la Confederación Panamericana de Levantamiento de Pesas.

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“Faltan muy pocos días, primero te enojas, luego te calmas: lo importante fue tratar de no perder el foco”, declaró la halterista que va por su tercera participación en la justa regional. En Mayagüez ganó tres bronces, en Veracruz un oro y una plata y ahora en Barranquilla va por los dos títulos en juego.

Expuso que fue una semana de espera, pero estaba consciente que no podía bajar la guardia y sobre todo con tan poco tiempo y existía la posibilidad de que el asunto se resolviera como finalmente ocurrió.

Expuso que la situación se complicó porque las tres primeras exponentes están ubicadas entre las 10 mejores del mundo. Sin embargo, esa misma condición obligó a otros países participantes a colocar a sus mejores pesistas en otras categorías.

Todo comenzó por los torneos clasificatorios que se realizaron el año pasado en Guatemala, que limitó el número de participantes y generó la reducción de pruebas.

“Tuvimos que asistir al Campeonato Centroamericano, las plazas se otorgaban de acuerdo a los puntos que se daban para los Juegos Panamericanos, es decir para los dos eventos”.

“Yo espero, después de todo este embrollo que se hizo, sí se pueda demostrar lo que hemos entrenado, el trabajo que hemos hecho, que ha sido bastante y para este primer ciclo tengo la competencia fundamental estos Juegos Centroamericanos y del Caribe”, señaló la deportista mexicana que va con la idea de mejorar su marca de 120 kg de arranque y 146 de envión.