POR SALVADOR AGUILERA

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Moscú, Rusia.- La revolución francesa en el futbol de Europa es un hecho palpable que hoy tiene al conjunto galo en una nueva final de la Copa del Mundo, a la espera de saber si el próximo domingo podrá llevarse a su casa el trofeo de la FIFA una vez más y repetir lo conseguido por la generación que en 1998 encabezó Zinedine Zidane.

Dentro de esa camada de futbolistas hay un nombre que en ese entonces era símbolo de liderazgo en el conjunto galo. El capitán, quien era toda clase y pundonor dentro del terreno de juego, que portó con orgullo el gafete en cada compromiso en el que estuvo presente.

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Se trata de Didier Deschamps, quien supo lo que fue ganar un Mundial y una Eurocopa como jugador con Francia, y que hoy está a 90 minutos de repetir esa hazaña en el máximo escenario del futbol, pero ahora en otra faceta: la de seleccionador.

El nombre de Deschamps puede estar directamente relacionado con el éxito. Y es que durante su trayectoria se cansó de ganar títulos donde se paró.

Leyenda del Marsella, el equipo más grande de Francia; ídolo de la Juventus y baluarte de los Blues. Didier ha dejado una marca imborrable por donde se ha parado en su camino dentro del futbol.

Hoy, el timonel galo tiene ante él la oportunidad de repetir una hazaña que ya realizó a nivel clubes. Y es que, tanto en Marsella como con la Juventus, puede presumir haber sido campeón siendo jugador y también como director técnico, cosa que se quedó cerca de alcanzar con la Selección Nacional, ya que, en la Eurocopa de 2016, celebrada precisamente en Francia, cayó en la final frente a Portugal, con un tanto en el tiempo extra.

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Actualmente, Didier Deschamps está al frente de una de las generaciones más talentosas de futbolistas de su país. Sabe perfectamente lo que en los próximos días pasará por la cabeza de Kylian Mbappé, Antoine Griezmann, Paul Pogba, N’Golo Kanté, Raphael Varane y compañía. Él vivió para momentos como este y, sin lugar a duda, transmitirá a cada uno de sus dirigidos ese temple que siempre lo caracterizó.

La historia le ha mandado nuevamente una invitación a Deschamps. La cita será el próximo domingo en el estadio Luzhniki, en Moscú. Ahí se podría escribir un nuevo capítulo en esa leyenda de idilio entre el ex futbolista y técnico francés con el éxito.