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14, julio 2018 - 23:59

┃ Jorge Briones

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POR JORGE BRIONES

Cuando se llega a la cima por primera vez, lo más fácil es mantener las bases y recorrer el mismo camino para volver a disfrutar del éxito. Eso es justamente lo que trata de imitar el seleccionado francés, 20 años después de su histórica Copa del Mundo, en 1998.

El combinado de Didier Deschamps repitió muchos de los puntos positivos, y negativos, de aquel equipo que alzó el título en casa comandado por Aime Jacquet, donde él era el capitán en el terreno de juego. Ambos llegaron a la justa veraniega en medio de la polémica y criticados por la prensa deportiva de su país.

El ambiente político le había pegado a los “blues” por la iniciativa, liderada por su presidente, Jacques Chirac, sobre jugar el Mundial con elementos de ascendencia 100% francesa, dejando de lado a los futbolistas con raíces africanas, entre ellos a su gran figura Zinedine Zidane. Propuesta desechada por el propio Jacquet.

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Además, los resultados previos no habían sido buenos y su experiencia en la Eurocopa de 1996, al quedar eliminados en semifinales con la República Checa, había puesto contra las cuerdas a su entrenador. Estaban obligados al triunfo.

En esta ocasión, el caso Benzema-Valbuena condicionó estos últimos tres años de la era Deschamps. Sin el goleador del Real Madrid, el estratega apostó por el tan criticado Olivier Giroud, quien respondió con goles importantes durante la eliminatoria, que le valieron su boleto a Rusia 2018.

Por si fuera poco, la presión aumentó con la renuncia de Zidane al banquillo “merengue” y con los medios galos promoviendo su regreso al combinado francés. El perder la final como locales de la última Eurocopa no se lo perdonan a un Deschamps que busca ser el tercero en la historia que consigue ser campeón del mundo como jugador y entrenador (Mario Zagallo, con Brasil, y Franz Beckenbauer, con Alemania).

EQUIPOS SIMILARES

Los parados tácticos también son muy similares, con un 4-3-3 que se transforma en un 4-4-2 en ambos casos, aunque con características muy diferentes. Una línea de cuatro en el fondo, donde radica su principal fortaleza. El orden como principio de todo. Inclusive empleando a defensores centrales como laterales. En el 98, con Lilian Thuram, y ahora, con Benjamin Pavard y Lucas Hernández.

Un mediocentro fijo (Deschamps y Ngolo Kante), acompañado por dos interiores de gran recorrido. La figura de ambos conjuntos era su número “10”. Zidane y Antoine Griezmann le daban sentido a una ofensiva que se dinamitaba con sus juveniles extremos.

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Aquí hay una diferencia marcada. Mientras Thierry Henry entraba de cambio y aprovechaba su velocidad ante el agotamiento de las defensivas contrarias, Kylian Mbappé lo hace desde el inicio consolidándose como la gran explosión de este Mundial. Ambos llegaron a la cita menores a los 20 años, con características similares y surgidos de las fuerzas básicas del Mónaco.

También su centro delantero tiene muchos puntos en común. Tanto Stephane Guivarc´h como Giroud son, a simple vista, el punto débil en ambos equipos, pero claves para sus entrenadores al compensar su carencia de gol con otras facetas de juego. El ex delantero del Auxerre terminó la Copa del Mundo del 98 sin anotar un solo gol, al igual que Giroud, en lo que va de este torneo, a falta de la gran final.

Las similitudes son muchas, ahora los franceses esperan repetir ese último paso. En esa ocasión el trofeo lo alzó Deschamps en Saint-Denis. El día de hoy buscará hacerlo el portero Hugo Lloris, en Luzhniki.

¡A completar la obra!

EN NÚMEROS

1998

Partidos ganados: 6

Partidos empatados: 1

Partidos perdidos: 0

MÁXIMO GOLEADOR

Thierry Henry 3

 

2018

Partidos ganados: 5

Partidos empatados: 1

Partidos Perdidos: 0

MÁXIMO GOLEADOR 

Kylian Mbappé y Antoine Griezmann 3

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