Con la tecnología de Google Traductor

Mira

24, noviembre 2014 - 9:40

┃ Fernando Schwartz

nota-racquet-longoria-veracruz

VERACRUZ.- Paola Longoria, con su carisma y su buen quehacer deportivo se ha robado el corazón de estos Juegos Centroamericanos, como decía Agustín Lara, en su famoso Rinconcito de mi alma Veracruz, así recorrimos el puerto acompañando a la campeona mundial de racquetbol, quien nos dejó boquiabiertos con su espontaneidad y simpatía en una charla informal que terminó con el famoso lechero en el Café de la Parroquia.

“Compito todo el día. Primera vez en Veracruz, feliz de estar en el puerto. Contenta de la recepción del público. Ver lleno a diario el Centro de Raquetas. Que la gente apoye y dé cariño. Es mi motivación”.

“Los valores vienen de casa. Mi familia me los ha dado. Algo importante es nunca perder piso. En la vida hay altas y bajas. Algo que me ha tocado vivir es cada paso llegar a ser la número uno, teniendo en el camino derrotas, sacrificios. Mi familia ha sido fundamental”.

EL SÁNDWICH

“Tengo dos hermanos hombres. Soy el sándwich de la familia, pero bueno, mis hermanos son muy deportistas. El chico también juega racquet, es campeón mundial. El grande, más en el trabajo y siempre ayudándome”.

“Cinco horas entreno al día. He estado lesionada, pero no he tenido tiempo entrar a terapias y estar con mi equipo de trabajo. Mi entrenadora ya regresó a los Estados Unidos. Estos días los hemos aprovechado para cambiar un poco las estrategias. Viene mi torneo Paola Longoria Invitational, volveré a enfrentar a las jugadoras del circuito. Precisamente a quien me quitó el invicto. Quiero ganarle; deseo la revancha”.

“Me sentí muy mal, hubo dolor cuando perdí; es que te acostumbras a ganar. En un torneo inesperado viene la derrota, me agüité mucho. Al día siguiente pensé que toda mi carrera iba a la basura. La derrota da aprendizaje y me dejó el mensaje de que dejé de hacer muchas cosas que eran importantes en mi preparación. Volver a lo básico, y me ha impulsado y ayudado con hambre de triunfo y llegar a la victoria”.

Confiesa que: “La gente de Veracruz me ha llevado cartas, regalitos, playeras, y eso de verdad me quedó en el corazón de los Centroamericanos, fue un súper honor llevar la bandera nacional”.

De su peinado dice; “El chongo es más por comodidad. Me gusta mucho. El deporte no está peleado con el glamour. En la cancha más que nada no puedo tener ni un cabello en la frente porque por lo mismo que el movimiento es muy rápido me calaría mucho. Trato de tener el pelo suelto. Más arreglada. El clima en Veracruz es de chongo. Hace mucho calor”.

Se dio tiempo y visitó el Acuario: “Me encantan los delfines. Si pudiera me llevaría uno a mi casa. Siempre he amado nadar con delfines. Es de las mejores experiencias. Tiernos, inteligentes. Es de mis favoritos”.

SUS GUSTOS Y DEBILIDADES

“Me encanta el shopping. Es una de mis grandes debilidades. Me gusta ir al cine. Pasar tiempo con mi familia. Vivo en Monterrey por mi carrera y mis entrenamientos. Los fines de semana con mis amigas. Balance total. No todo es deporte. No pierdo el objetivo. A veces juego tenis, que me súper gusta, y me volví fan del paddle. Fui a jugarlo. Es combinación de racquetbol y tenis. Es un deporte fregón. He hecho todos los deportes. Hasta futbol jugué. Soy buena. Tenemos que enfrentarnos. Dominadas. Delantera y media, sí metía muchos goles. Mis hermanos lo jugaron, mis primas mayores, quería jugar muñecas y barbies. A jugar futbol. Fan de patearla. Basquet, natación, pero más mis deportes de raquetas”.

INGENIERÍA Y MAESTRÍA EN POLÍTICA

“Hago maestría en ciencias políticas. Terminé mi carrera en ingeniería mecánica administradora. Me gradué el año pasado en la UNL y ahora en esta maestría de ciencias políticas porque como que en un futuro quisiera un cargo público en la administración del deporte”.

EL GLAMOUR Y EL DEPORTE

“Hace cuatros y medio tuve también la oportunidad de diseñar mi propia línea de ropa deportiva. Es hobby. El deporte no está peleado con el glamour. Cuando llegué al racquetbol todas las jugadoras se vestían con shorts de basquetbol, playeras holgadas, cero femenino. Yo, la faldita, vestidito, diademas de moño, que no están peleadas”.

“Al principio me daba miedo el racquetbol. La pelota es muy rápida. De chiquita, que empecé a los 9 años y dejaba abierta la puerta de la cancha. Le pegaba rapidísimo y me salía corriendo, tenía miedo que me golpeara la pelota. Me pegué horrible. Perdí el miedo”.

Paola se definió “Soy muy hiperactiva, aunque a veces relax. De chiquita no era traviesa. Pero quería jugar, pintar, quiero volver a la gimnasia. No me cansaba. Tengo mucha energía. De grande, con agenda intensa, llego a la casa y quiero ver la tele y no me quiero dormir. Soy muy intensa”.

Para concluir dijo: “Casi nunca juego en México. Mis giras son en el extranjero. Es importante para mí jugar en mi país”.

Y como buen recorrido jarocho, terminamos en un Café de la Parroquia, donde brindamos con nuestro lechero por sus éxitos y Paola misma sirvió el gran chorro de leche como se acostumbra en el café veracruzano, tintineando en el vaso, pero aprendió y desde lo más alto sirvió la leche al café como toda una experta, mientras que los parroquianos le aplaudieron, echaron porras y se tomaron fotos con ella.

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí