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28, julio 2018 - 8:36

┃ José Luis Camarillo

nota.morales

Para Érik “Terrible” Morales fue determinante haber sido el primer mexicano que venció a Manny Pacquiao, pues tan celebrado éxito le abrió las puertas para el Salón de la Fama del Boxeo Internacional.

Ahora sabemos que Érik y Manny estaban destinados a caminar juntos en el boxeo, pues su trilogía los puso en los ojos de todo el mundo de Fistiana. Fomentaron una sólida amistad que los llevó a filmar un comercial de la cerveza San Miguel en Manila.

Ahora ya llevan carreras en la política. Pacquiao fue congresista en su país y actualmente ocupa un escaño en la cámara de senadores, con aspiraciones legítimas para ser presidente.

En charla con ESTO, el “Terrible” nos reveló que Pacquiao lo felicitó en un breve video por su reciente elección como diputado federal de Morena por Baja California, además de desearle éxito en su futura gestión legislativa.

Y así vino el recuerdo de aquel primer encuentro contra el “Pacman” (19 de marzo de 2005) quien llegó con marca de 39-2, con dos tablas, y empezaba a ser conocido entre los mexicanos por su triunfo por nocaut técnico sobre Marco Antonio Barrera, otro archienemigo en el ring del “Terrible”, y su controvertido empate contra Juan Manuel Márquez.

Por su lado, Morales arribaba a tras perder, en una contienda muy cerrada, en la última de su celebrada trilogía contra Barrera.

RETO ENORME

“Todas las peleas contra Pacquiao fueron muy duras. En la primera yo necesitaba demostrar que seguía estando muy bien, venía de una pelea durísima contra Barrera, y él era el rival ideal, porque ya le había ganado a Barrera”, explicó.

Según Érik, el héroe tagalo cambió mucho en su forma de combatir desde que se vieron las caras por primera ocasión, cuando el tijuanense acumuló tres idénticas votaciones de 115-113, en una deslumbrante exhibición de boxeo.

“(Pacquiao) era muy diferente, y creo que a partir de que peleó conmigo fue que empezó a cambiar, empezó a volverse otro tipo de boxeador, más fuerte, más violento”, puntualizó

El “Pacman” vengó ese revés contra Érik por partida doble, aunque cabe señalar que por lo menos en su tercer duelo, el mexicano ya no daba el peso y llegó “muerto” por el sacrificio para someterse al límite de los superplumas.

El filipino acumularía más de siete años sin perder en una cadena de 15 victorias, siete por nocaut, incluyendo las dos contra Morales.

“(Esas derrotas) fueron un poco porque yo dejé de hacer cosas y que él también mejoró. En la segunda me afectó mucho que tuve que bajar mucho de peso. Pacquiao se transformó y lo que logró fue contra todos los pronósticos. Subió de categorías (peleó hasta en peso superwelter) y empezó a ser más fuerte, más explosivo, y lo que no logró en su juventud, lo pudo hacer ya de viejo, se volvió un fenómeno”, aseveró el “Terrible”.

Morales señaló que el triunfo de Pacquiao sobre en la segunda batalla entre ellos, fue la primera gran celebración que tuvo la gente en Filipinas tras una pelea del máximo ídolo del pugilismo en ese país, al que califica como “un súper estrella”.

“A Pacquiao lo conoce cualquier persona, sea o no sea amante del boxeo”, estableció.