Con la tecnología de Google Traductor

Mira

4, agosto 2018 - 13:30

┃ Jorge Briones

nota-reyes-varela

POR JORGE BRIONES

ENVIADO ESPECIAL

Cabo San Lucas.- Miguel Ángel Reyes-Varela hizo historia en el Abierto Los Cabos 2018.

El tenista jalisciense se convirtió en el primero del país en meterse a la final del ATP 250 de Baja California Sur, resultado que le permitirá disputar la segunda final de su carrera en un torneo de esta envergadura y de paso cobrarse revancha con los verdugos de Santiago González.

Reyes-Varela, y el salvadoreño Marcelo Arévalo, vencieron en ‘súper tiebreak’ con parciales de 7-6, 2-6 y 10-7 al croata Ivo Karlovic y el alemán Andre Begemann, después de una hora y 24 minutos de acción sobre la superficie del Estadio Pegaso.

El calor de Cabo San Lucas pegó con todo al inicio de la contienda. Los más de 30 grados que se sentían alejaron a los aficionados, que con el pasar de los minutos fue llegando al recinto principal.

Así, la dupla del mexicano y el salvadoreño fueron marcando la pauta y contrarrestar el potente saque de Ivo Karlovic. Se llegaron a poner 4-1, y aunque los alcanzaron, terminaron por aprovechar sus oportunidades para tomar ventaja de un set.

Después, ya sin margen de error, la pareja europea ajustó sus puntos débiles y se llevaron un segundo parcial sin grandes contratiempos para forzar el ‘súper tiebreak’. Ahí, Micky y su compañero contuvieron el potente saque de Karlovic para asegurarse su  boleto en el duelo por el título.

“Es muy especial por hacerlo en México, con el calor de la gente. Ya hemos jugado muchos torneos en el país, estamos muy contentos y disfrutando del momento. Dejaremos todo para ganar el título”, comentó el jalisciense al término del partido.

Esta será la segunda final de un torneo ATP para Reyes-Varela y Arévalo, ya que apenas hace dos semanas llegaron a la misma instancia en el Torneo de Newport.

En el partido definitorio, se enfrentarán al estadounidense Taylor Fritz y el australiano Thanasi Kokkinakis, quienes se impusieron (6-2 y 6-4) al norteamericano Nicholas Monroe y el polaco Romain Arneodo.