Con la tecnología de Google Traductor

Mira

4, agosto 2018 - 20:50

┃ ESTO en línea

DjzCB_fV4AEh1Q3

CRÓNICA

Las nubes grises y la lluvia se apoderaron de Pachuca desde horas antes de que los tuzos. Esto sería solamente el aviso de lo que estaba por venir. El fenómeno del “Niño” llegó a la “Bella Airosa”, y no precisamente el que tiene que ver con las condiciones climatológicas, ya que fue el de Diego Lainez el que terminó por explotar en el Estadio Hidalgo como un auténtico ojo de huracán.

La joya de la cantera de Coapa se despachó con un doblete, el primero en su carrera como jugador de América, fue ovacionado por su hinchada como antes no lo había sido y se convirtió en la figura de las Águilas este fin de semana.

Por su parte, los Tuzos no metieron ni las manos. Perdieron 0-3 y pudieron ser más. Su inicio de semestre ha sido tormentoso, como la noche de ayer.

 

EL JUEGO

 

Un urgido Pachuca por su mal inicio de torneo, recibió ayer a América en una fría noche hidalguense que, durante grandes lapsos, estuvo acompañada de lluvia. Sin embargo, la cancha del estadio Hidalgo estuvo a la altura y permitió ver un encuentro que tuvo emoción en las dos áreas.

Fueron los Tuzos los que de inicio trataron de imponer condiciones. Guzmán Palacios y Jara trataron de conducir el ataque de los locales, mas no fueron capaces de crear verdadero peligro en el área azulcrema.

En contra parte, las Águilas tardaron en conectarse, aunque con el correr de los minutos se encontraron de forma más recurrente entre sus líneas al grado de dar los primeros avisos.

Andrés Ibargüen escapó a velocidad por izquierda y se plantó con poco ángulo ante Blanco. El colombiano logró disparar hasta en dos ocasiones seguidas debido al rebote que concedió el meta hidalguense. La bola se negó a entrar.

Roger Martínez tocó a la puerta por segunda vez para la visita. El 9 crema fue habilitado en las inmediaciones del área grande y sin pensarlo, le metió todo el empeine al esférico. La raya salió directo a la ubicación de Poncho, quien abrazó a la de gajos con toda su fuerza.

La tercera fue la vencida para la causa americanista. Diego Lainez, quien fue titular por la ausencia de Renato Ibarra, encaró a García. Un par de amagues dejaron fuera de combate al defensa tuzo. El juvenil del ave decidió ir por dentro y con la parte interna de su pierna zurda, puso la bola a segundo poste para abrir el marcador.

Para Pachuca, la anotación en contra fue como un balde con agua más fría de la que llovía en esos momentos y fue notoria su tardía reacción, aunque bien pudieron conseguir el empate cuando Palacios llegó a línea de fondo y metió un servicio a donde metros adelante del manchón de penalti ya se lo saboreaba Érick Aguirre; sin embargo, el camiseta 14 hidalguense abanicó de forma increíble. Ni él mismo daba crédito a su falla.

Los Tuzos querían, pero eran muy erráticos. América trataba de ser inteligente y explotar los espacios que le presentara su rival.

Para el complemento, Francisco Ayestarán buscó refrescar a su escuadra. La apuesta fue arriesgada puesto que el sacrificado fue Víctor Guzmán, aunque la sacudida parecía llegar desde la línea de abajo. Barreiro se animó a adelantarse unos metros y de la nada sacó una bala que Marchesín tuvo que escupir a dos manos para evitar sorpresas.

La segunda mitad inició con un vendaval en tonos negros y azules. Los de Coapa no la pasaban bien y defendían cada vez más dentro de su campo. La casa estaba dispuesta a vender caro el resultado.

Los MIllonetas tuvieron a virtud de resistir firmes los embates. Esperaron su momento y este llegó en contribución de la zaga pachuqueña. Barreiro perdió una pelota en la salida con Oribe Peralta. El capitán americanista enfiló sin marca al área y en lugar de comerse solo el pastel, se detuvo y levantó la cabeza para servir a Lainez. El “Niño” tuvo tiempo de acomodarse y tirar. El balón besó las redes, consiguió su doblete y la parcialidad visitante se rindió a sus pies.

Con una defensiva tuza rota, América pudo dar la puntilla. Lainez esta vez fue el asistidor. Le devolvió la cortesía a Peralta. Parecía que el “Hermoso” rompería la sequía, pero no pudo aprovechar en el área chica. Pese a eso, el futbol le daría pronto la revancha a Oribe. Un tiro de esquina en el que la bola quedó muerta en el área chica fue aprovechado por Peralta. Esta vez no erró y puso el último clavo en ataúd de Pachuca.

Sobre la hora, una pena máxima se marcó a favor de los Tuzos. Jara tomó con seguridad la responsabilidad de patear y aprovechó. Cobro al centro y el gol de la honra llegó.

El tiempo no dio para más en el llamado “Huracán”, que esta vez tuvo que ver como fue el fenómeno del “Niño” el que impuso las condiciones del clima.

GOLES

ACCIONES