Belo Horizonte (Brasil), 20 jun (EFE).- El estado del campo de juego del estadio Mineirao alteró las rutinas de reconocimiento por parte de las selecciones de Argentina e Irán, que debieron buscar un plan alternativo.

El conjunto albiceleste practicó por la mañana en el complejo Cidade do Galo, donde está alojado desde su llegada a Brasil y luego el técnico Alejandro Sabella y el suplente Augusto Fernández se trasladaron hasta la sala de conferencia para comparecer ante los medios.

El césped del estadio se mostró con algunas imperfecciones luego de los encuentros disputados en esta sede, el 3-0 de Colombia ante Grecia del sábado y el 2-1 de Bélgica frente a Argelia del martes.

Al punto que durante la mañana los empleados trabajaron intensamente en las áreas, que son las zonas más afectadas.

En el último ensayo por la mañana del conjunto sudamericano, el único ausente fue el defensa José María Basanta, mientras que el resto realizó ejercicios físicos y regenerativos.

Por su parte, los tres arqueros de la plantilla realizaron trabajos de reacción junto con el entrenador específico Juan José Romero.

Irán, por su parte, tomó el turno matutino que dejó libre la albiceleste y realizó sólo una vista general del estadio y una charla de motivación del seleccionador portugués Carlos Queiroz.

La estadía de los asiáticos en el césped del estadio Mineirao se extendió sólo por diez minutos para luego abandonar el escenario del encuentro de mañana.

La delegación iraní tomó luego la sugerencia de la FIFA y se trasladó al estadio Independencia para realizar su práctica diaria.