Dos pasiones llenas de alegría transmite a través de sus poros, de su sonrisa, de su sencillez y color de piel al natural.

Porque el deporte la hizo olímpica y el ser mujer la hizo ser madre de una pequeña que ahora la observa navegar sobre nuevos retos en el agua, en la fosa de clavados donde ha cumplido también muchos sueños.

“Para vos atleta / para vos que sabés del frío, de calor, de triunfos y derrotas / para vos que tenés el cuerpo sano / el alma ancha y el corazón grande…

Esas pasiones Paola Espinoza las expresa con sus ojos, con la mirada de amor que le manda a su compañero Iván, con quien el deporte la unió.

Hoy, una nueva etapa comienza para la cuatro veces olímpica.

Puliendo rituales para demostrar que sigue firme en sus objetivos, tal como los tuvo de niña cuando decidió ser clavadista. Así eligió el momento adecuado para ser madre, sin importarle que debería comenzar de nuevo con sus objetivos y que tampoco nunca jugó con muñecas, como lo hace ahora con su hija Ivana.

Así llegó Paola a los Juegos Centroamericanos de Barranquilla. Orgullosa de todo lo que ha logrado pero que debía demostrar que sigue vigente, que el deporte es algo que no tan fácil se puede dejar.

“Tengo muchos años en esto y me llena de orgullo el haber obtenido tanta medallas en mi carrera deportiva, porque la verdad, a mí no me han regalado nada. Con este regreso me enseña la vida que puedo hacer lo que quiera, y llegar a estos juegos y convertirme en la máxima ganadora de medallas, es porque sigo rompiendo mis metas, haciendo mi propia historia y teniendo nuevas cosas importantes a la vida de Paola”.

Medallista olímpica, también tiene un camino exitoso en otros encuentros.

“Para vos que tenés muchos amigos / muchos anhelos / la alegría adulta y la sonrisa de los niños…

Y nada la detendrá para continuar con esas ilusiones de saltar del trampolín, de ser admirada por las nuevas generaciones, aunque nadie confiaba en su regreso.

“A final de cuentas todo para mí vuelve a ser muy lindo. Desde que me dieron el uniforme, las llegadas al aeropuerto, el viajar con mi pareja y mi hija. Y no nada más es llegar a la alberca y hacer el recuento de viejos tiempos. Al contrario, estoy firme como la primera vez que competí en una alberca y sentir el reto de lo que son las plataformas. Aunque ahora sólo será en trampolín”.

El cambio de entrenador, de casa, de alberca llegó en el mejor momento para Espinoza.

“Para vos que no sabés de hielos ni de soles / de lluvia ni rencores. Para vos, atleta / que recorriste pueblos y ciudades / uniendo Estados con tu andar…

“Hasta de manera de competir. Porque apenas voy conociendo a mi entrenador Iván. Pero ese regreso fue bonito, con la ilusión de que desde las gradas volvieran a sentir el ambiente de la gente que ha creído en ti. Mi mentalidad ha cambiado al cien por ciento y la verdad que mi familia también llevan una etapa nueva con nosotros”.

Así, Paola anunció su regreso con preseas. Con la mente hacia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

“Lo cuales serían los quintos, pero ahora con mi pareja también compitiendo y mi hija. Con nuevos valores y metas. Pensando en un retiro feliz, orgullosa y satisfecha. Lleno de emociones al ver también a mi pareja ganar. Con nostalgia porque toda mi vida he estado en una fosa de clavados”.

“Para vos, atleta que desprecias la guerra y ansías la paz”: poema de Miguel Hernández (Argentina)