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11, agosto 2018 - 22:52

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CRÓNICA

Faltaba una prueba de categoría para medir los alcances de América en este semestre. El nombre del examen fue Monterrey y las Águilas lo aprobaron con calificación perfecta.

Los azulcremas arrollaron a Rayados y por tercer juego consecutivo ganó con tres goles en el marcador, por lo que quedó de manifiesto que su ataque está encendido y listo para recuperar el terreno perdido en campañas pasadas.

La Pandilla, por su parte, perdió el paso perfecto y reafirmó que le pesa el estadio Azteca. Son seis años y contando para los regios sin ganar en Santa Úrsula. Además, Diego Alonso perdió por primera vez como técnico en visita a las Águilas.

 

EL JUEGO

Con una cancha del estadio Azteca en estado deplorable, dos de las plantillas más poderosas de la Liga MX midieron fuerzas por una posición en el sector más alto de la clasificación general. Rayados, con su paso perfecto, se metió al Coloso de Santa Úrsula con la consigna de ponerle fin a la malaria que los persigue   en este inmueble desde hace seis años.

Monterrey, fiel al estilo de Diego Alonso, salió al terreno de juego a tratar de ser protagonista, contrario a lo que sucede con muchas de las escuadras que visitan a las Águilas. La Pandilla hizo por tener la posesión del esférico e ir al frente, y aunque lograron dominar territorialmente, en realidad no inquietaron a Marchesín, ya que su zaga logró repeler todo lo que les llegó.

Con el avance del juego, las fuerzas se nivelaron en medio campo y las Águilas se aventuraron a ir al frente, mas sufrieron lo mismo que su adversario en el sentido de no tener la lucidez necesaria para romper el cuadro bajo regio.

Tuvo que ser un error de la visita el que le abriera el camino a los azulcremas. Una pelota que Monterrey perdió en su propio campo al tratar de jugar desde la derecha con un pelotazo largo al centro. Fue ahí donde la bola llegó hasta Roger Martínez. El “Chapulín” arrancó, eludió a su marca y definió cruzado ante el intento de achique de Barovero. La bola se dirigió lento hasta su destino y cruzó la línea para poner en ventaja a los MIllonetas.

Por si no fuera suficiente infortunio para Rayados, Stefan Medina se tuvo que ir temprano a las regaderas. El lateral cafetalero vio dos tarjetas amarillas, ambas por entradas sobre Guido Rodríguez. Pérez Durán no se tentó el corazón para echarlo.

Pese a la inferioridad numérica, los norteños mejoraron en el cierre de la primera mitad, al grado de arrinconar a los cremas en su propia área. Fue ahí donde Avilés Hurtado no tuvo el tino que su compatriota Martínez previamente. El camiseta 18 rayado entró solo al área luego de una falla en la salida de Edson Álvarez. Metió un potente zurdazo que llevaba etiqueta de gol, pero no fue así y pasó por un lado.

Para el complemento, América inició más punzante. Ibargüen aprovechó la inexperiencia del joven Cantú por izquierda y desbordó con mucho peligro en un par de oportunidades. De la segunda, nació un tiro de esquina en el que Bruno Valdez se dio un festín ante la ausencia de marca. El paraguayo se colocó en la línea del área chica y se levantó solo, se encontró con el servicio de Uribe, metió un potente martillazo y perforó las redes. 2-0 y el juego parecía cobrar rumbo.

Con la desventaja a cuestas y nada que perder por delante, Diego Alonso echó mano de su poderosa banca. Pabón y Madrigal potenciaron la ofensiva. Fue Dorlan el primeo en hacerse sentir al tomar una bola en un rebote dentro del área para prenderla por violencia. La fortuna le dijo que no y esta se fue apenas por encima.

Pese a las modificaciones, Monterrey no encontró ya la manera de reaccionar. Se notaron partidos en el campo y con muchos espacios en diferentes sectores, mismos que América buscó explotar, y aunque en repetidas ocasiones ganaron los duelos individuales, no tomaron las decisiones adecuadas en el último pase

La pelota para estuvo cerca de darle otra noche de tres goles a los cremas. Un tiro libre en los linderos del área fue ejecutado por Carlos Vargas, quien apostó por tirarlo al poste del arquero. El metal le negó la gloria al joven canterano de Tijuana.

Las lagunas rayadas no dejaron de aparecer. Renato Ibarra limpió el camino con un túnel y metió un trazo milimétrico entre líneas para Ibargüen. Andrés se sacó a Barovero, pero el trapito le hizo la maldad al derribarlo. Penalti que el mismo colombiano se encargaría de cobrar pegado al poste. Nada que hacer para el meta argentino y el triunfo americanista era un hecho.

Tres triunfos al hilo, tres goles por actuación y América se coloca en las posiciones de privilegio del Apertura 2018.

GOLES

ACCIONES