Boca del Río, Ver., 25 Nov (Notimex).- Emocionado hasta el éxtasis por su medalla de oro, el luchador Juan Escobar dedicó su conquista al pueblo mexicano, con el objetivo de que perciba que aun alguien que proviene de cuna humilde puede triunfar en la vida.

“Les estoy enseñando cómo se lucha en el colchón, cómo se entrega uno en cada entrenamiento. Gracias a Dios me pusieron de capitán y no es necesario hablar mucho, sino que me ven trabajar”, declaró al final de su combate.

Con el ritmo de respiración todavía exaltado tras lo recio de su lucha, el gladiador confió en que con trabajo conjunto de las autoridades deportivas del país y de la Federación, junto con un buen trabajo de los atletas, se puede aspirar a destacar a nivel internacional, incluso con preseas olímpicas.

“Hacía falta todo esto, Federación, Conade, entrenador y un buen líder y claro una buena camada vamos a meter más medallas de oro. Créanmelo. Y no medallas a nivel centroamericano, sino medallas olímpicas”, indicó.

En la zona mixta del World Trade Center, el atleta aseveró que su oro “es una medalla que nos hace creer, que nos hace soñar. Hace cuatro años (en Mayagüez 2010) nada que ver con esto. Me ha costado más esta medalla, porque he estado fuera de casa nueve meses, fuera del país casi cinco compitiendo, metiendo la cara por México”.

Advirtió su satisfacción por representar a México y “haciendo reconocer a nuestro país, que somos guerreros, que no sólo en box, que no sólo en taekwondo, que viene la lucha con un corazón y un hambre de volver a estar ahí”.

Su alegría es mayor porque “los que me conocen saben de dónde vengo. Ahora me ven aquí frente a las cámaras pero anteriormente estaba en las calles, en esa juventud que se pierde, que le falta esperanza, que le falta un resultado como estos”.