CRÓNICA

Pumas perdió el invicto ante un Monterrey que le pasó por encima en un estadio que ardió. Los universitarios firmaron una racha de cinco años sin ganar en la Sultana del Norte y de paso se fueron con dos lesionados, 1-0 la conclusión.
Un solitario gol de Nicolás Sánchez puso a Rayados en la cima de la tabla general y dejo en claro que los regios están para cosas grandes. El poste y Saldívar evitaron que los auriazules se fueran con una goleada. González y Quintana salieron “tocados” y el colmillo y las garras felinas parece que se agotan ante el trajín de una jornada doble que pinta pesada. Pumas está a la baja.

EL JUEGO
Pumas buscaba seguir como líder de la competencia y con el paso invicto. El Gigante de Acero aguardaba para un Rayados que desde hace cinco años le hace la vida imposible a los del Pedregal en casa. Con todo el poderío de su plantilla, Monterrey salió motivado y de inmediato se fue encima en el marcador. En un abrir y cerrar de ojos, Nico Sánchez se alzó completamente solo en el área y mandó su testarazo al fondo de la red. La “Pandilla” se iba adelante en el marcador. Los universitarios no daban crédito. No creían que tan pronto fueran abajo en el marcador.
Pero la cosa no paró ahí. El zaguero argentino realizó una chilena que obligó a que Saldívar se lanzara tan largo es para evitar a caída de su marco por segunda ocasión.
Pizarro estaba encendido y encaró al área auriazul. No cedió a tiempo para la entrada de Hurtado y definió. El “Pollo” le quitó la gloria.
Pumas se quedaba sin garra y sin colmillo. La prueba de fuego la estaban reprobando en un estadio que hervía. El calor de la gente y el clima hicieron que, de milagro, no se derritiera el Gigante de Acero ante tanta algarabía.
Todo fue para los de la Sultana del Norte. Diego Alonso caminaba tranquilo en la línea de banda pensando cómo aumentar la ventaja. Por otro lado, Patiño no dejaba de correr, de dar indicaciones y de manotear. Era evidente su molestia.
Pabón hizo de la banda izquierda un martirio para Cota. Pizarro se perdió una clara. Después de burlar a tres universitarios, remató ante el achique del “Pollo”. Tenía una mejor opción con Avilés que entraba solo a un lado. Barovero apenas intervino en una incursión de González al área.
Madrigal asustó a todos los felinos. Remató de cabeza, pero al travesaño. En el rebote, Avilés impactó de media vuelta y otra vez al travesaño. Pumas se salvaba.
Patiño se vio obligado a modificar su esquema por lesión. Quintana y González abandonaron el juego en menos de 40 minutos. Jáquez y Alustiza tomaron sus lugares, respectivamente. Para acabar con el martirio de los Pumas, el central silbó el medio tiempo.
En el complemento, los universitarios salieron mostrando más ganas. No querían perder el invicto. Las incursiones de Rodríguez eran más constantes por banda izquierda, aunque Rayados contrarrestó de manera rápida.
Les quitó la posesión del esférico y empezó de nuevo a manejar los hilos.
Pumas no veía por donde en un estadio en el cual nunca ha ganado. Los cambios tan temprano no le dieron mucho margen a Patiño que seguía paseando de un lado a otro buscando soluciones en el fondo de la banca.
Alonso modificó. Posición por posición. Le dio descanso a Celso Ortiz e ingresó a Molina. El experimentado mediocampista de inmediato tomó la contención e hizo una muralla impenetrable para la universidad.
Gallardo ingresó de cambio. El tabasqueño enfrentó a Pumas por primera vez desde que salió del club que lo vio nacer.
Pese a que los auriazules buscaron ir al frente, poco pudieron asustar a Barovero. El “Trapito” tuvo una noche tranquila.
La afición rayada se hizo sentir en todo momento. Aplaudieron cada una de las acciones de su equipo y reprobaron toda marcación en contra. Querían goles. Uno no les bastaba y alentaron para que Monterrey fuera al frente.
Mora puso un disparo en el travesaño y fue la única que los auriazules tuvieron de peligro. El chileno se lamentó no poder lograr el empate.
Al menos una buena noticia hubo para Pumas. Juan Iturbe debutó con el primer equipo después de estar seis meses fuera. Patiño le dio oportunidad, pero su entrada no ayudó mucho a sus compañeros, quienes sufrieron hasta el final.
Los felinos perdieron el invicto, siguen sin ganar en el Gigante de Acero y tuvo dos elementos lesionados. Noche trágica para los del Pedregal que parece que los colmillos y las garras pierden filo.

GOLES

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ACCIONES

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